15/09/2016
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El viernes, 9 de septiembre de 2016, el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Lavrov, anunciaron que ambos países habían acordado un plan para Siria, el cual tiene como último fin reducir la violencia y avanzar hacia una paz negociada y una transición política en el país.
El acuerdo, que entró en vigor el pasado lunes 12, prevé el cese de hostilidades, lo que permitirá el alivio de la población, especialmente en zonas sitiadas, y el acceso humanitario, que se centrará en Alepo.
Para que este acuerdo sea efectivo, los actores involucrados han de respetarlo y, en este sentido, los representantes tanto de Estados Unidos como de Rusia han hecho un llamamiento a las partes para que se adhieran al cese de hostilidades. En relación a la reducción de la violencia, el Secretario de Estado estadounidense ha subrayado que el alto el fuego implica que las fuerzas del régimen no atacarán a la oposición alegando que combaten al grupo terrorista Al-Nusra (hoy rebautizado como Jabhat Fateh al-Sham). Por otra parte, este grupo terrorista sí será combatido por Estados Unidos y Rusia, para lo que se prevé una coordinación como parte del acuerdo.
Finalmente, y de respetarse el alto el fuego, se creará un Centro Conjunto en el que ambos países compartirán información, delimitarán el territorio bajo control de Al-Nusra y de grupos de la oposición y combatirán a Daesh y Al Nusra.
Desde Naciones Unidas, el acuerdo se ha interpretado como una oportunidad para Siria. Por una parte, el Enviado Especial de Naciones Unidas para Siria confía en que todas las partes faciliten los esfuerzos de la organización para prestar ayuda humanitaria a la población y, de otra parte, se espera que este acuerdo revitalice los esfuerzos para un acuerdo político dirigido por Siria.
El 21 de septiembre el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una reunión a nivel de Jefes de Estado o de Gobierno para analizar la situación de Siria, en la que de Mistura tratará de avanzar en el proceso político y fijar una fecha para la reanudación de las Conversaciones intra-sirias.
El acuerdo, que entró en vigor el pasado lunes 12, prevé el cese de hostilidades, lo que permitirá el alivio de la población, especialmente en zonas sitiadas, y el acceso humanitario, que se centrará en Alepo.
Para que este acuerdo sea efectivo, los actores involucrados han de respetarlo y, en este sentido, los representantes tanto de Estados Unidos como de Rusia han hecho un llamamiento a las partes para que se adhieran al cese de hostilidades. En relación a la reducción de la violencia, el Secretario de Estado estadounidense ha subrayado que el alto el fuego implica que las fuerzas del régimen no atacarán a la oposición alegando que combaten al grupo terrorista Al-Nusra (hoy rebautizado como Jabhat Fateh al-Sham). Por otra parte, este grupo terrorista sí será combatido por Estados Unidos y Rusia, para lo que se prevé una coordinación como parte del acuerdo.
Finalmente, y de respetarse el alto el fuego, se creará un Centro Conjunto en el que ambos países compartirán información, delimitarán el territorio bajo control de Al-Nusra y de grupos de la oposición y combatirán a Daesh y Al Nusra.
Desde Naciones Unidas, el acuerdo se ha interpretado como una oportunidad para Siria. Por una parte, el Enviado Especial de Naciones Unidas para Siria confía en que todas las partes faciliten los esfuerzos de la organización para prestar ayuda humanitaria a la población y, de otra parte, se espera que este acuerdo revitalice los esfuerzos para un acuerdo político dirigido por Siria.
Fuente: Naciones Unidas
El 21 de septiembre el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una reunión a nivel de Jefes de Estado o de Gobierno para analizar la situación de Siria, en la que de Mistura tratará de avanzar en el proceso político y fijar una fecha para la reanudación de las Conversaciones intra-sirias.