25/03/2024
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Riesgos climáticos en Europa: Conmemoraciones de los días de los bosques, el agua y la meteorología
25 de marzo 2024
Los próximos días 21, 22 y 23 se conmemoran, por iniciativa de la ONU, los días mundiales de los bosques, el agua y la meteorología, respectivamente.
En el contexto actual, en el que el cambio climático supone un desafío a la seguridad de personas, bienes e infraestructuras; la conjunción temporal de esas conmemoraciones es una oportunidad para impulsar nuestra concienciación colectiva y solidaria sobre la importancia de actuar para hacer que nuestra sociedad y nuestro entorno sean más resilientes y seguros.
La meteorología es indispensable para adoptar medidas relacionadas con el clima y, especialmente, para disponer de los datos que permitan afrontar el cambio climático. Sin duda, y como nos recuerda la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el cambio climático es una amenaza real para toda nuestra civilización y sus efectos ya son patentes y serán catastróficos a menos que actuemos de inmediato. Sin embargo, y a pesar de los constantes avisos, desde los años 80 del pasado siglo, las medidas tomadas y los intentos de acción conjunta han sido insuficientes, pues cada década ha sido más cálida que la anterior. Además, 2023 se ha convertido en el año más cálido jamás registrado, con una temperatura media mundial en torno a 1,45 ºC por encima del promedio del período 1850-1900, aunque ello se debió, en gran medida, a la conjunción del cambio climático provocado por las actividades humanas y un episodio de El Niño, un fenómeno natural.
Este año, el tema del Día Meteorológico Mundial de 2024 es "A la vanguardia de la acción por el clima". De esta forma, la OMM pretende seguir a la vanguardia de la acción por el clima mediante la cooperación y la innovación mundial, aprovechar la experiencia colectiva y concienciar sobre la posible realidad de un mundo más seguro y resiliente para las generaciones futuras. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) representa al gobierno de España en la OMM; y, con un presupuesto total autorizado en 2023 de 133.758.140 euros, es el responsable nacional de la vigilancia de los fenómenos meteorológicos. Según su propio estatuto, sus objetivos han de contribuir «a la seguridad de personas y bienes, y al bienestar y desarrollo sostenible de la sociedad española»
Las otras dos conmemoraciones que celebraremos estos días intentan concienciar, por una parte, obre la necesidad de actuar para proteger y mejorar el acceso al agua, bajo el lema “Agua para la paz”; y, por otra, la presencia de ecosistemas boscosos sanos, bajo el lema “Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor".
Este 2024, estos días se van a celebrar apenas dos semanas después de que la Agencia Europea del Medioambiente haya publicado un informe titulado “Evaluación europea del riesgo climático” (EUCRA). Tras más de dos años de elaboración, el informe identifica más de 30 riesgos climáticos con muy severas consecuencias potenciales para Europa.
El EUCRA subraya que es especialmente urgente proteger a la población y a los territorios del aumento del calor, de las inundaciones, de la falta de agua y del crecimiento de los incendios forestales. Estos fenómenos afectarán especialmente a la cuenca mediterránea europea, lo que seguirá incidiendo en sectores vitales para la sociedad y su entorno —por tanto, trascendentes para la Seguridad Nacional—, como son el agua y su disponibilidad y los ecosistemas, entre ellos, con muy especial importancia, los bosques.
También otros factores de riesgo —que no son climáticos, pero sí procedentes de la actividad humana— entran en la ecuación. De esta forma, la conjunción de factores climáticos y no climáticos produce efectos en cascada que afectarán a la alimentación, las infraestructuras, la salud y la economía. Unos efectos que se multiplicarán si no se toman urgentemente medidas de adaptación y mitigación.
En este contexto, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha aprobado sucesivas normas legales y ha enfocado la planificación en España hacia la mitigación y búsqueda de la adaptación a los efectos ineludibles del cambio climático. Por otro lado, y además, la política de Seguridad Nacional, como «acción del Estado dirigida a proteger la libertad, los derechos y bienestar de los ciudadanos», afronta la preservación del medio ambiente, a la que considera uno de los “Ámbitos de especial interés”.
Esta consideración del medio ambiente como elemento de especial interés para la Seguridad Nacional se refleja en los documentos estratégicos más importantes redactados en España. En el marco del Sistema de Seguridad Nacional, desde que en 2011 se redactó la primera Estrategia Española de Seguridad, hasta la Estrategia de Seguridad Nacional 2021, los “efectos del cambio climático y de la degradación del medio natural” se reconocen como como uno de los principales vectores de transformación a la transición ecológica y, al tiempo, como un «amenaza para la seguridad global».
Posiblemente, desde el punto de vista estratégico de seguridad nacional, uno de los hitos más trascendentes será la redacción, tramitación y aprobación, en su caso, de una Estrategia Nacional de Seguridad Energética y Climática, que se encuentra en proceso de elaboración, dentro del marco del Sistema de Seguridad Nacional y bajo el liderazgo del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
25 de marzo 2024
Los próximos días 21, 22 y 23 se conmemoran, por iniciativa de la ONU, los días mundiales de los bosques, el agua y la meteorología, respectivamente.
En el contexto actual, en el que el cambio climático supone un desafío a la seguridad de personas, bienes e infraestructuras; la conjunción temporal de esas conmemoraciones es una oportunidad para impulsar nuestra concienciación colectiva y solidaria sobre la importancia de actuar para hacer que nuestra sociedad y nuestro entorno sean más resilientes y seguros.
La meteorología es indispensable para adoptar medidas relacionadas con el clima y, especialmente, para disponer de los datos que permitan afrontar el cambio climático. Sin duda, y como nos recuerda la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el cambio climático es una amenaza real para toda nuestra civilización y sus efectos ya son patentes y serán catastróficos a menos que actuemos de inmediato. Sin embargo, y a pesar de los constantes avisos, desde los años 80 del pasado siglo, las medidas tomadas y los intentos de acción conjunta han sido insuficientes, pues cada década ha sido más cálida que la anterior. Además, 2023 se ha convertido en el año más cálido jamás registrado, con una temperatura media mundial en torno a 1,45 ºC por encima del promedio del período 1850-1900, aunque ello se debió, en gran medida, a la conjunción del cambio climático provocado por las actividades humanas y un episodio de El Niño, un fenómeno natural.
Este año, el tema del Día Meteorológico Mundial de 2024 es "A la vanguardia de la acción por el clima". De esta forma, la OMM pretende seguir a la vanguardia de la acción por el clima mediante la cooperación y la innovación mundial, aprovechar la experiencia colectiva y concienciar sobre la posible realidad de un mundo más seguro y resiliente para las generaciones futuras. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) representa al gobierno de España en la OMM; y, con un presupuesto total autorizado en 2023 de 133.758.140 euros, es el responsable nacional de la vigilancia de los fenómenos meteorológicos. Según su propio estatuto, sus objetivos han de contribuir «a la seguridad de personas y bienes, y al bienestar y desarrollo sostenible de la sociedad española»
Las otras dos conmemoraciones que celebraremos estos días intentan concienciar, por una parte, obre la necesidad de actuar para proteger y mejorar el acceso al agua, bajo el lema “Agua para la paz”; y, por otra, la presencia de ecosistemas boscosos sanos, bajo el lema “Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor".
Este 2024, estos días se van a celebrar apenas dos semanas después de que la Agencia Europea del Medioambiente haya publicado un informe titulado “Evaluación europea del riesgo climático” (EUCRA). Tras más de dos años de elaboración, el informe identifica más de 30 riesgos climáticos con muy severas consecuencias potenciales para Europa.
El EUCRA subraya que es especialmente urgente proteger a la población y a los territorios del aumento del calor, de las inundaciones, de la falta de agua y del crecimiento de los incendios forestales. Estos fenómenos afectarán especialmente a la cuenca mediterránea europea, lo que seguirá incidiendo en sectores vitales para la sociedad y su entorno —por tanto, trascendentes para la Seguridad Nacional—, como son el agua y su disponibilidad y los ecosistemas, entre ellos, con muy especial importancia, los bosques.
También otros factores de riesgo —que no son climáticos, pero sí procedentes de la actividad humana— entran en la ecuación. De esta forma, la conjunción de factores climáticos y no climáticos produce efectos en cascada que afectarán a la alimentación, las infraestructuras, la salud y la economía. Unos efectos que se multiplicarán si no se toman urgentemente medidas de adaptación y mitigación.
En este contexto, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha aprobado sucesivas normas legales y ha enfocado la planificación en España hacia la mitigación y búsqueda de la adaptación a los efectos ineludibles del cambio climático. Por otro lado, y además, la política de Seguridad Nacional, como «acción del Estado dirigida a proteger la libertad, los derechos y bienestar de los ciudadanos», afronta la preservación del medio ambiente, a la que considera uno de los “Ámbitos de especial interés”.
Esta consideración del medio ambiente como elemento de especial interés para la Seguridad Nacional se refleja en los documentos estratégicos más importantes redactados en España. En el marco del Sistema de Seguridad Nacional, desde que en 2011 se redactó la primera Estrategia Española de Seguridad, hasta la Estrategia de Seguridad Nacional 2021, los “efectos del cambio climático y de la degradación del medio natural” se reconocen como como uno de los principales vectores de transformación a la transición ecológica y, al tiempo, como un «amenaza para la seguridad global».
Posiblemente, desde el punto de vista estratégico de seguridad nacional, uno de los hitos más trascendentes será la redacción, tramitación y aprobación, en su caso, de una Estrategia Nacional de Seguridad Energética y Climática, que se encuentra en proceso de elaboración, dentro del marco del Sistema de Seguridad Nacional y bajo el liderazgo del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.