ONU informó de nuevo ataque registrado en Líbano durante este fin de semana contra un control fronterizo ubicado en Joussieh, utilizado por muchos ciudadanos en su huida hacia Siria, para escapar de la violencia. El organismo denunció que, mientras prosiguen bombardeos a diario, la situación humanitaria ha alcanzado niveles que superan la gravedad de la guerra de 2006. Se estima que desde el 8 de octubre de 2023 han fallecido cerca de 3.000 personas, se han observado decenas de ataques a instalaciones de atención sanitaria y hay más de 840.000 desplazados internos. Además de condiciones de violencia e inseguridad alimentaria, el conflicto también empeora la crisis económica y se estima que el PIB podría llegar a contraerse un 15,6%. En este contexto, el primer ministro israelí reiteró, desde el norte del país, que mantendrá los combates contra Hizbulá en Líbano hasta lograr retirar sus fuerzas más allá del río Litani y reducir sus capacidades y cualquier intento de rearme. Fuente: ONU