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Séptimo Consejo de la Energía Estados Unidos - Unión Europea

Séptimo Consejo de la Energía Estados Unidos - Unión Europea
El Consejo de la Energía celebró su séptima sesión el 4 de mayo de 2016 en Washington y en él se afirmó como objetivo fundamental de la seguridad energética el acceso seguro, asequible, diversificado y sostenido a la energía en Estados Unidos y la Unión Europea. Las prioridades energéticas de ambas partes son promover un mercado energético global y abierto, potenciar la cooperación legislativa y política en el uso de energía eficiente y sostenible y desarrollar tecnologías energéticamente eficientes.

En el trascurso de la reunión se trató tanto la energía como el cambio climático.

En relación a este último ámbito, el Consejo de Energía subrayó la necesidad de que la Unión Europea y Estados Unidos se coordinen para cumplir los compromisos adquiridos en la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático en París (también conocida como COP21). Dada la relación entre energía y medio ambiente, los miembros del consejo acordaron la necesidad de transformar el sector energético para el año 2050 y aumentar las inversiones público-privadas en el desarrollo de tecnologías bajas en carbono. En este sentido reconocieron que la energía sostenible y la eficiencia energética son elementos cruciales de la seguridad y el desarrollo económico de un país.

También se trató la necesidad de potenciar la cooperación energética internacional para lo que el consejo hizo hincapié en la importancia de utilizar instituciones multilaterales, como el G-7, el G-20, la Agencia Internacional de la Energía, la Agencia Internacional de Energía Atómica o la Agencia Internacional de Energía Renovable.

El consejo decidió crear un Grupo de Trabajo de Cambio Climático, que se sumará a los existentes en materia de seguridad energética, tecnología y política y que tendrá como objetivo mejorar la cooperación transatlántica, así como la multilateral y global. Este grupo de trabajo tendrá su primera reunión antes de finales del 2016 y dirigirá sus acciones al cumplimiento de los objetivos relativos al cambio climático.

Durante la reunión se trataron, también, como aspectos cruciales de la seguridad energética contar con nuevos proveedores y rutas de suministros, fuentes de diversificación, un mayor nivel de interconexión y acceso a gas natural licuado (GNL). En este último aspecto se reconoció a la Península Ibérica como potencial punto de entrada de gas, así como la relevancia de los conectores Báltico y el de gas Polonia-Lituania.

Se reconoció como un hito para la mejora de los mercados energéticos globales el levantamiento de restricciones a las exportaciones de petróleo en 2015 y el inicio de exportaciones de GNL por parte de Estados Unidos. También se reconoció la potencialidad de nuevas fuentes de gas en el Mar Negro, Mar Caspio, África del Norte y el Mediterráneo Oriental para la seguridad energética de la Unión Europea.

El desarrollo y la mejora de las interconexiones fueron un tema central del foro, y en este sentido se hizo hincapié en la importancia de implantar los Proyectos de Interés Común de la Unión Europea, en particular en el sureste y el centro-este europeos, las regiones báltica y mediterránea y la Península Ibérica.

En el Consejo de Energía también se analizó la relevancia de la cooperación legislativa para garantizar un mercado energético efectivo, la seguridad nuclear, ámbito en el que reafirmaron su compromiso en la promoción de los más altos niveles de seguridad nuclear, así como la ciber seguridad y las vulnerabilidades a las infraestructuras, donde abogaron por promover el desarrollo de sistemas energéticos capaces de responder de modo efectivo a amenazas cibernéticas.
 
El proyecto Midcat

Uno de los proyectos que se estudian en el seno de la Unión Europea es el gasoducto Midcat, que constituiría un factor para diversificar las fuentes energéticas así como las rutas de transporte. Mediante este gasoducto se integraría el mercado energético español con el europeo a través de Francia y aumentaría la capacidad del sistema gasístico entre España y Francia, permitiendo el flujo bidireccional de gas entre ambos países. Además, este proyecto mermaría la actual condición de isla energética de la Península Ibérica.

La relevancia estratégica del proyecto Midcat se puso de manifiesto en la llamada Declaración de Madrid, fruto de la reunión mantenida el 4 de marzo de 2015 por el Presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker y los jefes de Estado o de Gobierno de Francia, Portugal y España.

El proyecto forma parte de los Proyectos de Interés Común, establecidos para construir la Unión Energética mediante la integración de mercados energéticos. En aras a su consecución, el 6 de abril se adoptaron dos acuerdos por los que se asignan 5,6 millones de euros para el estudio de la construcción del gaseoducto Midcat.
 
Estrategia de Seguridad Energética Nacional

El 20 de julio de 2015, el Consejo de Seguridad Energética Nacional aprobó la Estrategia de Seguridad Energética Nacional (ESEN) en la que se analiza el entorno energético global, se adopta una visión integral de la seguridad energética nacional y se identifican los desafíos que la amenazan, al tiempo que se establecen objetivos y líneas de actuación para garantizarla incardinándose en el Sistema de Seguridad Nacional.
 

 
Para garantizar la seguridad energética y a partir del perfil energético español y del contexto global, la Estrategia identifica varios objetivos, cada uno de los cuales establece distintas líneas de acción estratégicas dirigidas a su consecución.

España es, o podría y debería ser, un país clave para la seguridad energética europea. Sin embargo las insuficientes interconexiones de España con el resto de la Unión Europea obstaculizan la consecución de tal seguridad regional, a la vez que acentúan la vulnerabilidad energética española. Por ambos motivos el objetivo primero consiste en el fortalecimiento de la seguridad energética en la Unión Europea mediante, entre otras líneas de actuación, la creación de un mercado energético europeo y el impulso de la vertiente exterior de la política energética comunitaria.

Por otra parte, también se persigue garantizar el abastecimiento desde diversos países y el transporte hasta nuestras costas. Otros objetivos de la ESEN son garantizar la seguridad de las infraestructuras, en especial las consideradas críticas, garantizar el consumo de recursos energéticos variados y ampliar el uso de fuentes autóctonas. Además, se indica que el suministro estable de recursos energéticos ha de ser sostenible desde dos perspectivas: económica y ambiental.

La ESEN es coherente con la vigente Estrategia de Seguridad Nacional, de 2013, que define la seguridad energética como un ámbito prioritario.
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