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El Gobierno aprueba la Estrategia de Seguridad Energética Nacional

El Consejo de Seguridad Nacional, presidido por S.M. el Rey, da el visto bueno a un documento estratégico en un ámbito clave para España como es la energía.

​El Consejo de Seguridad Nacional, en su reunión presidida por Su Majestad el Rey el 20 de julio de 2015, ha aprobado la Estrategia de Seguridad Energética Nacional. Este documento desarrolla la Estrategia de Seguridad Nacional 2013 en un ámbito, el energético, que reviste una importancia clave para nuestro país.

Su aprobación obedece al compromiso del actual Gobierno con el proyecto de la Seguridad Nacional que se inició en 2013. Así, la Estrategia de Seguridad Energética Nacional se suma a las ya existentes en materia de seguridad marítima y de ciberseguridad, ambas aprobadas a finales del mencionado año.

El Ejecutivo ha considerado prioritaria la elaboración de un texto de estas características, cuyas claves son las siguientes:

España, hub energético para Europa
El actual escenario geoenergético global se caracteriza por su alta complejidad, por estar en continua transformación y por una relación de interdependencia muy dinámica. Este panorama  proporciona a España interesantes oportunidades. Nuestra privilegiada geografía, con acceso directo al Atlántico y al Mediterráneo, nos otorga una posición preferente para configurarnos como hub energético para la Unión Europea. Es en este marco regional, el de la Unión Europea, en el que ha de entenderse la seguridad energética de España. En la diversificación de países productores de energía, factor destacado para la seguridad energética europea, España puede desempeñar una función determinante, ofreciendo un gran potencial como puerto energético. Esto precisa que se siga desarrollando y materializando la interconexión europea.
 
Una forma integral de concebir la seguridad energética nacional
​Nuestro perfil energético se define principalmente por dos variables. Por una parte, España es un país consumidor dependiente de los recursos del exterior. Por otra parte, cuenta con un suministro sumamente diversificado, no solo respecto de las fuentes de energía, lo que nos hace disponer de un llamado mix energético muy completo, sino también en cuanto al origen de los recursos que importamos. 

La seguridad energética nacional se concibe como la acción del Estado orientada a garantizar el suministro de energía de manera sostenible económica y medioambientalmente, a través del abastecimiento exterior y la generación de fuentes autóctonas, en el marco de los compromisos internacionales asumidos.

Suministro, abastecimiento, sostenibilidad económica y sostenibilidad medioambiental son los cuatro vectores de la seguridad energética nacional.

Se trata de una responsabilidad del Gobierno que involucra a las Administraciones Públicas y que también precisa de la implicación activa y responsable de la sociedad en general.

​Una sociedad bien informada y educada en energía
La Estrategia contempla de forma novedosa el fomento de la cultura de seguridad energética como elemento para hacer frente a los retos que debemos afrontar en este ámbito. Una sociedad bien informada es una sociedad mejor posicionada para participar en las decisiones que afectan a nuestra seguridad energética. Es esencial la concienciación, tanto en el ámbito individual como colectivo, sobre las posibilidades de aprovechamiento de nuestros recursos, el uso responsable, racional y eficiente de las fuentes de energía o el impacto medioambiental del consumo energético.

Retos de distinta naturaleza como el cambio climático, el crecimiento exponencial de la demanda de recursos energéticos o la volatilidad de los mercados energéticos, junto a riesgos como las ciberamenazas a las infraestructuras energéticas, afectan a nuestra seguridad energética nacional y hacen necesaria esa mayor concienciación ciudadana.
 
Nueve objetivos y sus correspondientes líneas de acción estratégicas
En consonancia con los desafíos que encaramos en el ámbito energético, la Estrategia contempla nueve objetivos a alcanzar, que desarrollan el objetivo final marcado por la Estrategia de Seguridad Nacional: la diversificación de las fuentes de energía, la garantía de la seguridad del transporte y abastecimiento y el impulso de la sostenibilidad energética.

A este fin, la Estrategia prevé para cada objetivo líneas de acción que orientan la acción del Estado. De su grado de cumplimiento se dará debida cuenta en el Informe Anual de Seguridad Nacional, que cada año es presentado en las Cortes tras su aprobación por el Consejo de Seguridad Nacional. A partir de ahora, la Estrategia de Seguridad Energética Nacional será el documento de referencia sobre el que abordar el ámbito de la seguridad energética, en lo que es un ejercicio de transparencia y comunicación directa con la sociedad.

Seguridad energética: un paso más en la construcción del edificio de Seguridad Nacional
Además de los Comités especializados ya existentes de seguridad marítima (Consejo Nacional de Seguridad Marítima), ciberseguridad (Consejo Nacional de Ciberseguridad) e inmigración (Comité Especializado de Inmigración), así como del Comité Especializado de Situación, órgano único para la gestión de crisis en el nivel político-estratégico, la Estrategia de Seguridad Energética Nacional prevé la posible creación de un Comité Especializado de Seguridad Energética como órgano de apoyo al Consejo de Seguridad Nacional.

De esta forma, la estructura orgánica y funcional nacida con la Estrategia de Seguridad Nacional, cuya piedra angular es el Consejo de Seguridad Nacional, se amplía progresivamente en los ámbitos de naturaleza transversal que precisan de una cooperación reforzada de los departamentos y organismos competentes.

​El Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno es la Secretaría Técnica y órgano de trabajo permanente del mencionado Consejo de Seguridad Nacional y de sus Comités de apoyo.
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