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79º Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU

ONU

Como cada septiembre, los líderes mundiales y los representantes de los 193 países que componen las Naciones Unidas, se han reunido en la sede de la organización en Nueva York para la apertura anual de su Asamblea General.

Tras su apertura el 10 de septiembre, desde el 20 al 27 se celebró la Semana de Alto Nivel, en la que destacó la aprobación del “Pacto por el Futuro” y el desarrollo el Debate General, marcado por un panorama de seguridad crítico. En las distintas sesiones, se abordaron cuestiones como los conflictos abiertos en el mundo, la eliminación de las armas nucleares, el aumento del nivel del mar y el creciente riesgo de resistencia antimicrobiana, entre otros asuntos.

Así, la semana comenzó con la adopción por los Estados miembro del "Pacto por el Futuro" —una hoja de ruta para adaptar el sistema multilateral a los desafíos del siglo XXI— dentro del marco de la "Cumbre del Futuro", donde se abordaron los desafíos críticos y las lagunas de la gobernanza global expuestas por los recientes conflictos en curso.

A la Cumbre del Futuro, le siguió el Debate General anual —bajo el tema "Unidad en la diversidad para el avance de la paz, el desarrollo sostenible y la dignidad humana para todos, en todas partes"— en la que los conflictos en Ucrania, Oriente Medio o Sudán centraron la mayor parte de las conversaciones plenarias.

En su discurso de apertura, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que “el estado de nuestro mundo es insostenible”; y se refirió los tres impulsores de esta insostenibilidad: impunidad, desigualdad e incertidumbre, que caracterizan el convulso panorama geopolítico actual, en tránsito desde la unipolaridad a la multipolaridad, sin que ninguna línea roja marque un límite.

Además, el secretario general Guterres hizo un recorrido por los distintos conflictos en curso. Tras la condena de los brutales atentados de Hamás, se centró en la situación del pueblo palestino en Gaza, alertó sobre la escalada en Líbano y denunció la lucha de poder en Sudán, que ha desencadenado una terrible violencia, agravada por la hambruna. Asimismo, alertó sobre la seguridad en el Sahel, donde destacó que “la dramática y rápida expansión de la amenaza terrorista requiere un enfoque conjunto arraigado en la solidaridad” y criticó la ruptura de la cooperación regional e internacional. Igualmente, evidenció la violencia existente desde Myanmar hasta la República Democrática del Congo, Haití, Yemen o la opresión de las mujeres en Afganistán.

Por otra parte, en cuanto a las desigualdades, Guterres señaló la necesidad de reformar el propio consejo de seguridad y reclamó la necesidad de que África tenga representación. Además, destacó la importancia de reformar la arquitectura financiera internacional.

Por su parte, los Estados miembro también se pronunciaron sobre el panorama actual durante el Debate General. Así, Rusia criticó los esfuerzos de la OTAN por ayudar a Kiev; mientras que EEUU reafirmó su compromiso con Ucrania. Al tiempo, China declaró el compromiso de su país de participar en la mediación de paz. En cuanto a Oriente Medio, el primer ministro israelí defendió en su discurso las campañas militares de su país en Gaza y el Líbano, en tanto que Egipto se mostró crítico con el sistema internacional y alertó del riesgo de escalada regional.

En este momento crucial, la Asamblea General se demuestra como un espacio trascendental para el diálogo constructivo y un foro diplomático único desde donde desarrollar la cooperación multilateral. En este sentido, como enfatizó el presidente de la Asamblea General en la clausura, el lema de la 79 sesión —unidad en la diversidad— no debe ser solo un principio rector, sino un llamado a la acción para solventar los graves problemas que atraviesa nuestro mundo.