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8ª Revisión de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo

ONU
8ª Revisión de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo
11 de julio 2023

El pasado 22 de junio, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó por unanimidad la resolución titulada «Estrategia global de las Naciones Unidas contra el terrorismo: octavo examen», cuya negociación ha sido facilitada, de forma conjunta, por Canadá y Túnez. En esta nueva revisión, la Asamblea reiteró su condena enérgica e inequívoca del terrorismo y el extremismo violento, al tiempo que reafirmó la Estrategia Global contra el terrorismo de las Naciones Unidas de 2006: «La lucha contra el terrorismo es una prioridad que todos compartimos, y solo juntos podemos enfrentar una amenaza tan global», subrayó el representante de Túnez. Por otro lado, en esta octava revisión, la Asamblea enfatiza la importancia de mantener los esfuerzos internacionales —liderados por Naciones Unidas— a la luz de las nuevas amenazas emergentes y las tendencias cambiantes, y alerta de que «Daesh, Al-Qaeda y sus entidades asociadas siguen constituyendo un problema de gran envergadura en la lucha contra el terrorismo».

La Estrategia Global contra el Terrorismo de la ONU y su sistema de revisión

La Estrategia Global contra el terrorismo (2006) es la piedra angular de las actividades de la ONU en la lucha contra terrorismo, y supone un reclamo para la acción internacional, así como una hoja de ruta compartida para identificar y combatir los desafíos que implica el terrorismo.

En este sentido, la Estrategia aborda la lucha contra el terrorismo desde una visión global, que se sustenta en cuatro pilares: (1) medidas para abordar las condiciones que conducen a la propagación del terrorismo, (3) prevenirlo y combatirlo; (4) desarrollar la capacidad de los Estados y fortalecer el papel del sistema de las Naciones Unidas para hacerlo; y (4) garantizar el respeto de los derechos humanos y del Estado de derecho como base fundamental en la lucha contraterrorista.

Cada dos años, la Asamblea General realiza una evaluación de la Estrategia, lo que la convierte en un documento vivo, en constante evolución según marque la evolución de la amenaza y en sintonía con las prioridades de los Estados para erradicarla. Con estos parámetros, el presidente de la Asamblea General —el húngaro Csaba Kőrösi— reivindicó nuevamente el potencial transformador de la Estrategia y destacó la necesidad de reforzar una voluntad política y moral para actuar juntos contra el terrorismo, del que advirtió que «no es una guerra contra las personas, sino una guerra contra nuestras mentes».

Principales puntos de la octava revisión

En esta octava revisión, la Asamblea destacó la importancia de mantener actualizada la Estrategia y reconoció que la responsabilidad principal de aplicarla recae en los Estados miembros. Por ello, se les alienta a seguir elaborando planes nacionales, subregionales y regionales, así como a desarrollar los ya existentes en apoyo de la aplicación de la Estrategia.

Además, durante la sesión, se instó a todos los países de la ONU a unirse contra el terrorismo y el extremismo violento; y se subrayó la importancia de que se adopte un enfoque sostenido e integral con medidas más enérgicas para subsanar las condiciones que conducen a su propagación. No obstante, la Asamblea advierte especialmente de la necesidad de que estas medidas respeten el estado de derecho nacional y la legislación internacional; puesto que, la violación de dichas normas, no solo traicionaría los valores que tratan de defender, sino que también pueden fomentar más el terrorismo y el extremismo violento.

Asimismo, alentó a la sociedad civil a intensificar la aplicación de la Estrategia, y subrayó la imperiosa necesidad de que todos los países pongan de relieve el importante papel de las mujeres en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento conducente al terrorismo, sin permitir que se las instrumentalice.

Igualmente, la Asamblea destacó que la tolerancia, el pluralismo, el respeto por la diversidad y el diálogo entre civilizaciones, así como una mayor comprensión y respeto entre religiones y culturas, son elementos trascendentales de la cooperación en la lucha contra el terrorismo. Por ello, alentó a los Estados Miembros y otros agentes pertinentes a elaborar programas con ese fin, junto a mecanismos para involucrar a los jóvenes en la promoción de una cultura de paz.

Por otra parte, la resolución también recoge la preocupación de la Asamblea por la evolución del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones por parte de los terroristas, así como la grave amenaza que siguen planteando los combatientes terroristas extranjeros y, en particular, la financiación del terrorismo.

Finalmente, entre otras cuestiones, la Asamblea destacó la celebración de la primera Conferencia Internacional de Alto Nivel sobre Derechos Humanos, Sociedad Civil y Lucha contra el Terrorismo, que tuvo lugar en Málaga en mayo de 2022. En este encuentro se abordó la integración eficaz de los derechos humanos, la igualdad de género y el estado de derecho en las respuestas internacionales al terrorismo y al extremismo violento que conduce al terrorismo.

Por último, la Asamblea reconoció el importante papel que desempeña la Oficina de Lucha contra el Terrorismo (UNOCT), que se esfuerza por aumentar su presencia a nivel regional a través de sus oficinas de programas. En este sentido, desde noviembre de 2022, Madrid acoge una nueva Oficina de Programas de la UNOCT, que se centra  especialmente en las áreas de protección de  objetivos, la prevención del extremismo violento, la promoción y protección de los derechos humanos, y el apoyo a las víctimas del terrorismo, además de aprovechar la experiencia y las buenas prácticas de España en la lucha contra el terrorismo para  ayudar a implementar estos programas en otros países.

Consideraciones internacionales

Para EEUU, esta octava revisión no enfatiza la amenaza del uso de sistemas aéreos no tripulados (UAS) con fines terroristas, que es uno de los desafíos emergentes más apremiantes. Por ello, el gobierno estadounidense alertó de «la necesidad de estar atentos en la lucha contra el uso terrorista de esta tecnología», pues hay evidencias de que su empleo por grupos terroristas de UAS para atacar infraestructuras críticas o con fines de propaganda y vigilancia.

Mientras, la UE subrayó la amenaza persistente de Al-Qaida y Daesh en Afganistán y Asia Central, de sus grupos afiliados en toda África Occidental, Siria o Irak, así como en otros lugares, incluida Europa, donde existe el riesgo de actores solitarios. Asimismo, considera que el uso indebido de la tecnología emergente con fines terroristas y las nuevas vías para la financiación del terrorismo ponen de relieve la necesidad de un mayor compromiso multilateral.

Por su parte, China incidió en la necesidad de que la lucha contra el terrorismo se traduzca en voluntad política y acciones concretas, al tiempo que recordó la necesidad de combatir a las organizaciones terroristas utilizadas como proxys para interferir en los asuntos internos de otros países. Además, denunció que la respuesta a la amenaza terrorista no puede seguir siendo superficial y pidió que el apoyo a los esfuerzos antiterroristas de los Estados miembros se centre en la creación de capacidades.

Por último, destaca el posicionamiento de Arabia Saudí —también en representación de la Organización de Cooperación Islámica—, que expresó su pesar porque esta revisión no incluyese una condena explícita por la instigación a la violencia contra los musulmanes.
 
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