16/04/2023
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La Unión Europea en el Océano Índico Noroccidental
16 de abril de 2023
La región del océano Indico noroccidental (NWIO, North West Indian Ocean) es una zona de gran interés estratégico para Europa, y esencial para mantener la cadena de suministros entre Asia y el continente europeo —tanto para el transporte general como, más en particular, el de los hidrocarburos—. Tal es así que, por esas aguas, transitan más de 1.270 millones de toneladas de carga al año.
En esta región encontramos algunos chockepoints o «cuellos de botella» de gran relevancia para el tránsito marítimo internacional, como el estrecho de Bab el Mandeb o el estrecho de Ormuz; sin olvidarnos del canal de Suez, travesía habitual del tráfico que navega con destino a Europa. Estos puntos geográficos son particularmente relevantes en la navegación marítima, puesto que su cierre u obstrucción puede tener repercusiones en la economía global, como ocurrió con el accidente del portacontenedores «Ever Given» en el Canal de Suez (figura 1).
En este contexto, la dinámica de seguridad en la región del NWIO —y particularmente la seguridad marítima— está condicionada por la situación interna de Somalia. En la actualidad, Somalia enfrenta dos desafíos fundamentales: la lucha contra el terrorismo yihadista y la falta de control sobre parte de su territorio. Además, las amenazas existentes en el ámbito marítimo afectan directamente a la situación de seguridad en el país (figura 2).
En primer lugar, la lucha contra el terrorismo yihadista —fundamentalmente contra Al Shabaab, franquicia de Al Qaeda en Somalia desde hace casi dos décadas— se mantiene como el principal factor de inestabilidad del país. En 2022, a nivel global, Al Shabaab ha sido el segundo grupo terrorista más letal —sólo por detrás de Daesh—, con 784 muertos y más de mil heridos en 315 atentados. En los últimos años, el Gobierno Federal de Somalia (GFS), apoyado por la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS, African Transition Mision in Somalia) —con efectivos principalmente de Etiopía, Kenia, Uganda, Burundi y Yibuti—, ha recuperado gran parte del territorio controlado por los extremistas, aunque el final de este grupo terrorista no parece factible a corto y medio plazo. En este contexto, Estados Unidos también apoya a Somalia en la lucha contra Al Shabaab, a través del apoyo al GFS y con acciones directas contra la amenaza terrorista.
En segundo lugar, y en el ámbito político y territorial, la cohesión interna de las seis regiones que conforman el Estado somalí es todavía muy débil. Somaliland actúa de facto como un Estado independiente —aunque sin reconocimiento internacional— desde la declaración unilateral de independencia llevada a cabo en 1991. Posteriormente, en 1998 Puntland también declaró su «autonomía», al igual que Galmudug en 2006; además, existen movimientos independentistas en otras regiones del sur del país, como Jubaland. Por último, algunos de estos territorios mantienen conflictos regionales, al no tener definidas con claridad sus fronteras, como el que acontece entre Somaliland y Puntland en el norte del país (figura 3).
Por otro lado, y de forma recíproca, la seguridad interna de Somalia está condicionada notablemente por la seguridad marítima en el NWIO, donde la piratería ha sido una de las amenazas más graves para la navegación. No obstante, la acción de la comunidad internacional —tanto en el ámbito de las operaciones militares como en el de la concienciación de la industria naviera— ha conseguido que los niveles de piratería en la región desciendan hasta niveles poco significativos, ya que no se ha registrado un ataque de piratería en estas aguas desde abril de 2019 (figura 4).
Sin embargo, los grupos criminales que antaño se dedicaban a la piratería permanecen todavía activos, aunque su actividad se ha reorientado hacia otras actividades ilícitas; entre otras, tráfico de seres humanos, de drogas, de armas o de carbón vegetal. Además, debido a la falta de capacidad de control por parte del gobierno somalí sobre la emisión de licencias de pesca en sus aguas territoriales, diversas flotas pesqueras —no europeas— practican la pesca ilegal, no regulada o no controlada (IUU; Ilegal, unregulated and unreported). Con todo, este conjunto de actividades ilegales desarrolladas en el ámbito marítimo amenaza la seguridad marítima y, por ende, la estabilidad regional. Asimismo, y debido a la capacidad de los grupos criminales de transitar entre distintos tipos de prácticas ilícitas, podemos considerar que la amenaza pirata está controlada, pero no erradicada.
En la actualidad, la Unión Europea, además de proporcionar financiación a la misión ATMIS de la Unión Africana, dispone de diversas iniciativas en la región con objeto de potenciar una arquitectura de seguridad marítima regional que permita a los países ribereños del NWIO afrontar los retos a la seguridad en este ámbito. Entre ellas, destacan las siguientes:
16 de abril de 2023
La región del océano Indico noroccidental (NWIO, North West Indian Ocean) es una zona de gran interés estratégico para Europa, y esencial para mantener la cadena de suministros entre Asia y el continente europeo —tanto para el transporte general como, más en particular, el de los hidrocarburos—. Tal es así que, por esas aguas, transitan más de 1.270 millones de toneladas de carga al año.
En esta región encontramos algunos chockepoints o «cuellos de botella» de gran relevancia para el tránsito marítimo internacional, como el estrecho de Bab el Mandeb o el estrecho de Ormuz; sin olvidarnos del canal de Suez, travesía habitual del tráfico que navega con destino a Europa. Estos puntos geográficos son particularmente relevantes en la navegación marítima, puesto que su cierre u obstrucción puede tener repercusiones en la economía global, como ocurrió con el accidente del portacontenedores «Ever Given» en el Canal de Suez (figura 1).
En este contexto, la dinámica de seguridad en la región del NWIO —y particularmente la seguridad marítima— está condicionada por la situación interna de Somalia. En la actualidad, Somalia enfrenta dos desafíos fundamentales: la lucha contra el terrorismo yihadista y la falta de control sobre parte de su territorio. Además, las amenazas existentes en el ámbito marítimo afectan directamente a la situación de seguridad en el país (figura 2).
Figura 2. Diagrama de influencias en la región del océano Índico noroccidental
En primer lugar, la lucha contra el terrorismo yihadista —fundamentalmente contra Al Shabaab, franquicia de Al Qaeda en Somalia desde hace casi dos décadas— se mantiene como el principal factor de inestabilidad del país. En 2022, a nivel global, Al Shabaab ha sido el segundo grupo terrorista más letal —sólo por detrás de Daesh—, con 784 muertos y más de mil heridos en 315 atentados. En los últimos años, el Gobierno Federal de Somalia (GFS), apoyado por la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS, African Transition Mision in Somalia) —con efectivos principalmente de Etiopía, Kenia, Uganda, Burundi y Yibuti—, ha recuperado gran parte del territorio controlado por los extremistas, aunque el final de este grupo terrorista no parece factible a corto y medio plazo. En este contexto, Estados Unidos también apoya a Somalia en la lucha contra Al Shabaab, a través del apoyo al GFS y con acciones directas contra la amenaza terrorista.
En segundo lugar, y en el ámbito político y territorial, la cohesión interna de las seis regiones que conforman el Estado somalí es todavía muy débil. Somaliland actúa de facto como un Estado independiente —aunque sin reconocimiento internacional— desde la declaración unilateral de independencia llevada a cabo en 1991. Posteriormente, en 1998 Puntland también declaró su «autonomía», al igual que Galmudug en 2006; además, existen movimientos independentistas en otras regiones del sur del país, como Jubaland. Por último, algunos de estos territorios mantienen conflictos regionales, al no tener definidas con claridad sus fronteras, como el que acontece entre Somaliland y Puntland en el norte del país (figura 3).
Figura 3. Estados Federales de la República de Somalia (fuente: Combating Terrorism Center at West Point)
Por otro lado, y de forma recíproca, la seguridad interna de Somalia está condicionada notablemente por la seguridad marítima en el NWIO, donde la piratería ha sido una de las amenazas más graves para la navegación. No obstante, la acción de la comunidad internacional —tanto en el ámbito de las operaciones militares como en el de la concienciación de la industria naviera— ha conseguido que los niveles de piratería en la región desciendan hasta niveles poco significativos, ya que no se ha registrado un ataque de piratería en estas aguas desde abril de 2019 (figura 4).
Figura 4. Incidentes de piratería en la región (2008-2022). Fuente: Centro de Operaciones y Vigilancia Marítima de la Armada (COVAM)
Sin embargo, los grupos criminales que antaño se dedicaban a la piratería permanecen todavía activos, aunque su actividad se ha reorientado hacia otras actividades ilícitas; entre otras, tráfico de seres humanos, de drogas, de armas o de carbón vegetal. Además, debido a la falta de capacidad de control por parte del gobierno somalí sobre la emisión de licencias de pesca en sus aguas territoriales, diversas flotas pesqueras —no europeas— practican la pesca ilegal, no regulada o no controlada (IUU; Ilegal, unregulated and unreported). Con todo, este conjunto de actividades ilegales desarrolladas en el ámbito marítimo amenaza la seguridad marítima y, por ende, la estabilidad regional. Asimismo, y debido a la capacidad de los grupos criminales de transitar entre distintos tipos de prácticas ilícitas, podemos considerar que la amenaza pirata está controlada, pero no erradicada.
En la actualidad, la Unión Europea, además de proporcionar financiación a la misión ATMIS de la Unión Africana, dispone de diversas iniciativas en la región con objeto de potenciar una arquitectura de seguridad marítima regional que permita a los países ribereños del NWIO afrontar los retos a la seguridad en este ámbito. Entre ellas, destacan las siguientes:
- EUTM (European Union Training Mission) Somalia, misión militar que tiene como principal objetivo adiestrar a las fuerzas armadas somalíes, así como asesorar a las principales autoridades en el ámbito de la Seguridad y la Defensa.
- EUCAP (European Unión Capacity Building) Somalia, misión civil cuya finalidad es desarrollar las capacidades de las fuerzas tipo guardacostas en Somalia, así como un sistema judicial especializado en el ámbito marítimo.
- CRIMARIO II (Critical Routes Maritime in the Indian Ocean), iniciativa en el ámbito marítimo para fomentar el intercambio de información entre los principales actores, a través de la puesta en funcionamiento de diversas plataformas y herramientas que potencien la cooperación regional, como IORIS (Indo-Pacific Regional Information Sharing) o SHARE.IT (Sharing and Enhancing Information and Technology).
- La operación ATALANTA, principal instrumento militar de la UE en la región, que mantiene su misión principal de «disuadir, detener y suprimir» los actos de piratería; y de proteger a los buques del Programa Mundial de Alimentos (WFP, World Food Programme) de Naciones Unidas, así como otros buques vulnerables. Además, la operación incluye otros cometidos relacionados con la monitorización de las actividades ilícitas desarrolladas en el ámbito marítimo.
- Y, por último, el proyecto «Presencias Marítimas Coordinadas» (CMP, Coordinated Maritime Presences) en el NWIO, que se implementado recientemente y cuya pretensión es coordinar todas las actividades que la UE realiza en la región en este ámbito, y aumentar así la sinergia y los efectos positivos sobre la seguridad marítima.