03/05/2016
3 min lectura
05 mayo 2016 - Las Conversaciones de Paz en Ginebra se diseñaron para trazar un proceso de paz para Siria. Se basan en la resolución 2254(2016) del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y tienen como objetivo establecer, en un marco temporal de seis meses, un gobierno inclusivo, diseñar el proceso para elaborar una constitución y apoyar unas elecciones libres.
En el marco de estas Conversaciones de Paz se han sucedido distintas rondas de negociaciones entre el régimen sirio y los principales grupos de la oposición, agrupados en el Alto Comité para las Negociaciones (HNC, por sus siglas en inglés) auspiciadas por Naciones Unidas. La última ronda de negociaciones ha tenido lugar los días del 13 al 27 de abril y se han centrado en definir cómo ha de llevarse a cabo la transición política en Siria.
El Enviado Especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, declaró que existían puntos en común entre las partes, como la necesidad de una transición política para poner fin al conflicto sirio y de que el gobierno de transición proteja la independencia e integridad territorial del país o que las mujeres tengan igualdad de derechos y representación en todas las instituciones. En este sentido, el 24 de marzo el Enviado Especial emitió un documento (UN Special Envoy’s Paper on Points of Commonalities) con los puntos en los que existían convergencia entre las partes.
Uno de los principales escollos, sin embargo, está representado por las distintas visiones ofrecidas por las partes en torno a cómo ha de ser el gobierno que dirija la transición política. Por una parte, la delegación del Gobierno sirio defiende el establecimiento de un Gobierno de Unidad Nacional de base amplia, que incluya a miembros del gobierno, la oposición e independientes. Por el contrario, la delegación del HNC aboga por una transición política dirigida por un gobierno de transición con plenos poderes ejecutivos y legislativos.
Para avanzar en las negociaciones, el Enviado Especial de Naciones Unidas para Siria considera que es necesario salvar tales diferencias y profundizar en aspectos tales como:
- definir cómo va a ejercer el gobierno de transición su poder durante la transición y sus relaciones con otros poderes,
- trazar la estrategia y los mecanismos de coordinación para combatir el terrorismo y garantizar la integridad territorial de Siria o
- establecer un ambiente neutral que garantice la seguridad y la continuidad en las reformas de las instituciones estatales.
El trascurso de las negociaciones se vio influido por el deterioro del cese de hostilidades, que había entrado en vigor el 27 de febrero y el abandono de la delegación del HNC a causa de éste y el empeoramiento de la situación humanitaria.
El Enviado Especial ha declarado que es necesario la restauración del cese de hostilidades a los niveles conseguidos en febrero y marzo para que la siguiente ronda de negociaciones sea creíble y viable. En este sentido, hizo un llamamiento a Estados Unidos y Rusia para que aúnen esfuerzos en relanzar un nuevo cese de hostilidades. Sólo si este se logra, la próxima ronda de negociaciones podría ser significativa.
En el marco de estas Conversaciones de Paz se han sucedido distintas rondas de negociaciones entre el régimen sirio y los principales grupos de la oposición, agrupados en el Alto Comité para las Negociaciones (HNC, por sus siglas en inglés) auspiciadas por Naciones Unidas. La última ronda de negociaciones ha tenido lugar los días del 13 al 27 de abril y se han centrado en definir cómo ha de llevarse a cabo la transición política en Siria.
El Enviado Especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, declaró que existían puntos en común entre las partes, como la necesidad de una transición política para poner fin al conflicto sirio y de que el gobierno de transición proteja la independencia e integridad territorial del país o que las mujeres tengan igualdad de derechos y representación en todas las instituciones. En este sentido, el 24 de marzo el Enviado Especial emitió un documento (UN Special Envoy’s Paper on Points of Commonalities) con los puntos en los que existían convergencia entre las partes.
Uno de los principales escollos, sin embargo, está representado por las distintas visiones ofrecidas por las partes en torno a cómo ha de ser el gobierno que dirija la transición política. Por una parte, la delegación del Gobierno sirio defiende el establecimiento de un Gobierno de Unidad Nacional de base amplia, que incluya a miembros del gobierno, la oposición e independientes. Por el contrario, la delegación del HNC aboga por una transición política dirigida por un gobierno de transición con plenos poderes ejecutivos y legislativos.
Para avanzar en las negociaciones, el Enviado Especial de Naciones Unidas para Siria considera que es necesario salvar tales diferencias y profundizar en aspectos tales como:
- definir cómo va a ejercer el gobierno de transición su poder durante la transición y sus relaciones con otros poderes,
- trazar la estrategia y los mecanismos de coordinación para combatir el terrorismo y garantizar la integridad territorial de Siria o
- establecer un ambiente neutral que garantice la seguridad y la continuidad en las reformas de las instituciones estatales.
El trascurso de las negociaciones se vio influido por el deterioro del cese de hostilidades, que había entrado en vigor el 27 de febrero y el abandono de la delegación del HNC a causa de éste y el empeoramiento de la situación humanitaria.
El Enviado Especial ha declarado que es necesario la restauración del cese de hostilidades a los niveles conseguidos en febrero y marzo para que la siguiente ronda de negociaciones sea creíble y viable. En este sentido, hizo un llamamiento a Estados Unidos y Rusia para que aúnen esfuerzos en relanzar un nuevo cese de hostilidades. Sólo si este se logra, la próxima ronda de negociaciones podría ser significativa.