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Operaciones ONU de Mantenimiento de la Paz: Un análisis crítico y constructivo

ONU
Operaciones ONU de Mantenimiento de la Paz: Un análisis crítico y constructivo
28 noviembre de 2023

En junio de 2022, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) —en una sesión dedicada a África— recordaba que «el desarrollo, la paz y la seguridad, y los derechos humanos están interrelacionados y se refuerzan mutuamente, reconoce que no puede haber desarrollo sostenible sin paz ni paz sin desarrollo sostenible» —, y que garantizar la eficacia de las operaciones de mantenimiento de la paz era un factor trascendental para cumplir su objetivo: «ayudar a los países a superar el duro camino que separa los conflictos y la paz». Sin embargo, y consciente de las dificultades y limitaciones que atraviesan estas operaciones en todo el mundo, había que «revisar y ajustar sus mandatos en función de las verdaderas necesidades del país y de la situación sobre el terreno». Para ello, encargó al secretario general un informe sobre el desempeño general de las operaciones de paz de Naciones Unidas, así como recomendaciones y medidas que ayudasen a mejorar su eficiencia y, al tiempo, a proporcionar estrategias de salida que evitasen eternizar su despliegue.

Un año después, el 1 de septiembre de 2023, el informe S/2023/646 Desempeño general de las operaciones de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz recoge el encargo del Consejo de Seguridad, examina los parámetros que evalúan el cumplimiento de los mandatos; pone de relieve las dificultades, de toda índole, que «impiden que las operaciones de mantenimiento de la paz alcancen su pleno potencial»; y presenta los esfuerzos y avances realizados para cumplimentar la iniciativa Acción por el Mantenimiento de la Paz (2018) —respaldada por 155 países— y su estrategia de aplicación (2021), que tratan de mejorar la eficacia del mantenimiento de la paz y la ejecución de los mandatos de las operaciones a través de siete prioridades sistémicas y dos temas trasversales.

Desde 1948, Naciones Unidas ha desplegado más de 70 operaciones para el mantenimiento de la paz —en junio de 2023, había más de 88.000 efectos sobre el terreno— que «han contribuido al cese de las hostilidades o a prevenir el resurgimiento de conflictos violentos, o siguen trabajando en ese sentido». A pesar de los éxitos cosechados en aras de la consecución de la paz y la estabilidad, el informe reconoce que existe una brecha entre los mandatos del Consejo de Seguridad ONU y lo que, por múltiples razones, las misiones pueden cumplir realmente sobre el terreno. Entre otras razones, destaca que los mandatos no están tan bien definidos como sería necesario, además de que, en ocasiones, son poco realistas y practicables. Asimismo, subraya la importancia de la voluntad y las directrices políticas, el liderazgo, la capacidad y planificación operativas o la idoneidad de los recursos, porque todos ellos tienen una clara repercusión en la ejecución y cumplimiento de los mandatos, como reconoce el Comité Especial de Operaciones de Mantenimiento de la Paz.

En su apartado III, el informe aborda los Desafíos estratégicos y contextuales para un mantenimiento de la paz eficaz, que «en esta época de fragmentación mundial, sigue siendo una fuerza unificadora que une a los Estados Miembros en torno a una visión compartida de la seguridad colectiva». Una acción por la paz que materializa el multilateralismo efectivo que representa ONU, que «goza de una legitimidad internacional sin parangón derivada del mandato encomendado por el Consejo de Seguridad y de su amplio respaldo internacional». Sin embargo, en los últimos años —reconoce el informe—, los mandatos han provocado profundas divisiones dentro del Consejo, que tienen una repercusión negativa en la influencia política y la eficacia de las operaciones de mantenimiento de la paz, y cuya eficiencia será inviable «si no existe suficiente voluntad política de paz entre las partes interesadas o si se cuestiona el apoyo de los Gobiernos de los países anfitriones y de las partes en conflicto a la presencia del personal de mantenimiento de la paz». Al respecto, y como ejemplos más recientes de esta situación, el informe señala la decisión del Gobierno de Transición de Mali para que la misión MINUSMA se retire sin demora del país o las manifestaciones sociales en contra la misión MOUSCA en República Democrática del Congo.

Además de los problemas de índole político, condicionados —en muchas ocasiones—por la incapacidad de las instituciones estatales de los países anfitriones; el informe señala otros muchos desafíos que enfrentan las operaciones de mantenimiento de la paz: entre otros, la naturaleza cambiante de los conflictos armados; la proliferación de grupos armados no estatales, incluidos grupos terroristas; las pautas de exclusión, discriminación y violaciones sistemáticas de los derechos humanos; las alteraciones climáticas, que exacerban los riesgos de instabilidad y violencia armada; y, por último, la información errónea, la desinformación y el discurso del odio, que «supone un grave riesgo de violencia armada y amenaza la seguridad del personal de mantenimiento de la paz».

Desde la constatación de que las operaciones de Naciones Unidas se enfrentan cada vez a más desafíos y amenazas, el informe —en su apartado IV— expone los esfuerzos realizados por los países asociados de la iniciativa Acción por el Mantenimiento de la Paz, en cada una de las prioridades y asuntos transversales establecidos en su estrategia de desarrollo:
  • Prioridad 1: coherencia colectiva para respaldar una estrategia política
  • Prioridad 2: integración estratégica y operacional
    • Evaluación y planificación integradas y condiciones para el éxito de las transiciones 
  • Prioridad 3: capacidades y mentalidades
    • Generación de fuerzas estratégicas
    • Aumentar la participación significativa de las mujeres en el mantenimiento de la paz 
    • Mantener una cultura de desempeño y aprendizaje
  • Prioridad 4: rendición de cuentas por actos delictivos contra el personal de mantenimiento de la paz
  • Prioridad 5: rendición de cuentas por falta de conducta del personal de mantenimiento de la paz
  • Prioridad 6: comunicaciones estratégicas, incluida la eficacia de la labor contra la información errónea y la desinformación
  • Prioridad 7: cooperación con los países anfitriones
Asuntos transversales:
  • Mantenimiento de la paz y basados en datos y en la tecnología, para «reforzar la seguridad del personal y configurar una ejecución ágil y con capacidad de respuesta de los mandatos».
  • Efecto de la agenda sobre las mujeres y la paz y la seguridad en la eficacia operacional, «desde el fortalecimiento de los enfoques centrados en las personas en materia de alerta temprana, solución de conflictos y prevención, hasta el aumento de la participación cívica y política de las mujeres» 
Para concluir, el informe del secretario general de ONU recoge una serie de observaciones, en las que urge a «el Consejo de Seguridad y la Asamblea General a emprender una reflexión sobre los límites y el futuro del mantenimiento de la paz (…) con miras a permitir modelos de misión más ágiles, adaptables y eficaces, al tiempo que se diseñan estrategias de transición y salida, cuando proceda». Para conseguirlo, se presentan las siguientes recomendaciones:
  • Marcos políticos y mandatos. Por un lado, «las partes beligerantes deben mostrar una adhesión genuina a una solución política», que es el fin último de las operaciones de mantenimiento de la paz; y, por otro, el Consejo de Seguridad debe garantizar el apoyo pleno y coherente en todo el ciclo de la misión.
  • Reforma y capacidades del mantenimiento de la paz, que debe ser un compromiso de todos los Estados Miembros para conseguir que las operaciones sean más ágiles y adaptables a los retos existentes y emergentes.
  • Alianzas y multilateralismo interconectado para abordar conflictos complejos, pues «el abanico de amenazas y retos» que enfrentan los efectivos de Naciones Unidas desplegados en las misiones «exige un modelo operacional con mucha más integración entre las operaciones de mantenimiento de la paz, el sistema de Naciones Unidas en su conjunto y los asociados regionales e internacionales».
 


 
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