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Nigeria: Expansión del yihadismo y la violencia

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Nigeria: Expansión del yihadismo y de la violencia
04 de agosto 2021

Desde el comienzo del 2021, Nigeria se enfrenta a un deterioro generalizado de la situación de seguridad en amplias zonas del país, principalmente en sus áreas periféricas. A la prolongada presencia y actuación de organizaciones yihadistas en el noreste y la consolidación de redes dedicadas a la piratería marítima en la zona del Delta de Níger, se unen las tensiones étnico-comunitarias en el centro del país, el incremento de las acciones violentas por parte de organizaciones de “bandidos” en el noroeste y la reactivación de grupos separatistas en el sur.

Amenaza yihadista

En el noreste del país se mantiene la actividad yihadista, principalmente en el estado de Borno, marcada también por el enfrentamiento violento entre las dos facciones terroristas: Boko Haram y Estado Islámico en África Occidental (ISWAP). ISWAP ha aumentado considerablemente en los últimos meses sus capacidades operativas y de reclutamiento. Principalmente, debido a la muerte del líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, el pasado mes de mayo, en una ofensiva de ISWAP contra un baluarte de Boko Haram; y también por la restauración del liderazgo de Abu Musab al-Barnawi — hijo del fundador de Boko Haram —al frente de ISWAP. Tras la muerte de Shekau, existen evidencias de un posible apoyo generalizado de los comandantes de Boko Haram a ISWAP.

Estos factores están facilitando la expansión de ISWAP sobre zonas tradicionalmente controladas por Boko Haram, principalmente dentro de los estados de Borno, Yobe, zonas rurales de Adamawa, y también en las áreas fronterizas con Camerún y Chad. Además, la capacidad operativa de la organización ha aumentado considerablemente en los últimos meses, como reflejan los últimos ataques contra instalaciones de las fuerzas de seguridad nigerianas e infraestructuras de organizaciones humanitarias. En los canales de propaganda de Daesh, ISWAP se ha convertido en una de sus filiales con mayor presencia mediática a nivel global.

Respecto a la presencia de Boko Haram en otros estados nigerianos, el pasado 28 de abril el gobernador de Níger informó de la participación de miembros de la organización en un ataque llevado cabo en la localidad de Kaure, situada en el estado de Níger, a unos 380 kilómetros de la capital del país.

Por otra parte, todo indica que Ansaru o Jama ‘atu Ansarul Muslimina Fi Biladis Sudan, la filial de Al-Qaeda en el país —responsable de numerosos secuestros de ciudadanos occidentales en 2012— se puede estar reorganizando en el noroeste del país. Así, desde comienzos del año 2020, se han producido diversos ataques contra fuerzas de seguridad nigerianas en los estados de Kaduna y Zamfara, que se atribuyen a dicha organización.

Incremento de los secuestros y actuación de organizaciones de “bandidos”

Más allá de la amenaza yihadista, en los últimos meses se ha registrado un aumento exponencial de las acciones criminales de las conocidas como organizaciones de “bandidos”, especialmente en lo que se refiere al secuestro de alumnos en distintos centros educativos en el norte y noroeste del país. La colaboración del Gobierno nigeriano en la liberación de los rehenes —supuestamente a través del pago de cuantiosos rescates— ha propiciado que este tipo de secuestros se haya convertido en uno de los modus operandi más habituales para estas redes. Además, también llevan a cabo ataques contra la población civil, así como saqueos y acciones violentas contra las fuerzas y cuerpos de seguridad nigerianos. Por el momento, no hay constatación calar sobre posibles conexiones entre estos criminales y las facciones yihadistas.

Aumento de la piratería marítima en el Golfo de Guinea

En cuanto a la situación en el Golfo de Guinea, esta región sigue siendo la más peligrosa para la seguridad marítima. En el primer trimestre del año, la zona concentraba el 43% de los incidentes relacionados con la piratería a nivel global, además de todos los secuestros de tripulación registrados desde comienzos de 2021. La principal amenaza está vinculada con las organizaciones instaladas en el Delta de Níger, principal base para estos grupos, así como en los estados de Bayelsa y Ríos. Estas zonas son el epicentro del riesgo para la seguridad marítima a nivel global: en gran medida, debido a las dificultades de acceso de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, los altos niveles de corrupción; y, por otro lado, consecuencia de la menor importancia que tradicionalmente se le ha dado a la lucha contra la piratería marítima respecto a otras amenazas presentes en el país.
 
Otras amenazas violentas

A este escenario de violencia e inseguridad, se une ahora la intensificación de las tensiones étnico-religiosas en el centro y sur del país entre comunidades musulmanas, mayormente dedicadas al pastoreo, y los colectivos granjeros, de mayoría cristiana. Y también se ha producido un incremento de la violencia por parte de los grupos separatistas en la región de Biafra: sus ataques tienen como objetivo fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, colectivos de la etnia fulani/peuls e infraestructuras estatales; y los niveles de violencia son ya similares a los registrados en 2017.
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