La UE está trabajando desde hace años en la lucha contra la radicalización, potenciando una de sus formas de neutralización: la prevención, al entender que es un pilar fundamental para luchar contra el terrorismo y el extremismo violento.
Bajo estos principios, en octubre del 2015, se puso en marcha la Red Europea de Prevención de la Radicalización (RAN). Este grupo, además de estar integrado por representantes de las instituciones de la UE, lo conforman integrantes de otros organismos internacionales como el Alto Comisionado de NN.UU. para los Refugiados (ACNUR), la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA).
La RAN se ha convertido durante este tiempo en un centro europeo para la identificación y el conocimiento de las mejores prácticas y medidas en materia de prevención, emitiendo recomendaciones y dando soporte a aquellas autoridades u organismos encargados de diseñar las acciones oportunas para evitar la radicalización violenta y el terrorismo.
Durante la 3ª Conferencia de Alto Nivel se confirmó que la radicalización violenta y el terrorismo son un reto y una amenaza que se expande a nivel mundial. Además, se insistió en que no se debe equiparar, en ningún caso, terrorismo con la totalidad de una determinada comunidad religiosa. Igualmente, tampoco puede ser tomada como un hecho determinante la nacionalidad de los terroristas ya que han sido europeos quienes han atentado en Europa mientras que han sido nacionales de los correspondientes países de Oriente Medio y Asia los que han cometido atentados en sus Estados.
Sin embargo, la juventud de los autores materiales de los atentados y el proceso rápido de radicalización sí han sido características comunes de muchos de los terroristas, lo que muestra que existe una fuerte correlación entre radicalización y lo que podríamos denominar “cultura de bandas”, donde muchos jóvenes aislados y vulnerables son captados, encontrando de este modo, un sentido de pertenencia a un grupo.
En la conferencia se señaló que aunque la prioridad más inmediata es la amenaza que supone el extremismo islámico, no hay que olvidar la radicalización creciente de la extrema derecha y del ultranacionalismo que utilizan las mismas técnicas de captación y radicalización que los yihadistas. De este modo, las acciones sobre la prevención de la radicalización violenta y el terrorismo debe ser abordadas desde un enfoque holístico e integral y, en ese sentido se orientan las medidas puestas en marcha por el equipo de Alto Nivel integrado por la RAN y la Comisión Europea.
Durante este tiempo, la Comisión Europea y la RAN han trabajado de forma conjunta y coordinada, creándose grupos de alto nivel especializado en la lucha contra el radicalismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia. Además se están promoviendo distintos programas sobre sistemas o métodos de desradicalización o ayuda a familias y comunidades. Del mismo modo, se han creado grupos de alto nivel en los que se trabaja la comunicación y la contra-narrativa, donde las víctimas tienen un papel protagonista.
La RAN cuenta con distintos grupos de trabajo, entre ellos el Grupo de Memoria de las Víctimas del Terrorismo, que ayuda a mantener una red de contacto y de trabajo con organizaciones de víctimas del terrorismo, y difunde el mensaje de las víctimas como elemento de lucha contra la radicalización.
Nuestro país, debido a su liderazgo mundial en esta materia, forma parte de este Grupo de Alto Nivel, orientado a la atención integral a las personas que han sufrido atentados y a su papel protagonista en la contranarrativa ante estos sucesos.
De este modo, a principios de noviembre, tuvo lugar la primera reunión en España de numerosas asociaciones europeas de víctimas del terrorismo promovida por la RAN, a la que asistieron representantes de 21 asociaciones y fundaciones españolas más otras de Italia, Francia, Marruecos, Holanda y Reino Unido.
Durante esta reunión se abordaron temas como la participación de las víctimas en proyectos de prevención, su implicación en planes educativos y de acción sobre los jóvenes y el intercambio de experiencias de víctimas del terrorismo que han participado en programas contra la radicalización.
FUENTE: Comisión Europea, RAN y Ministerio del Interior.