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Mapa de la Biocustodia: Coordinación frente al riesgo de las armas biológicas

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Mapa de la Biocustodia: Coordinación frente al riesgo de las armas biológicas
11 de febrero 2021

Históricamente, el uso de armas biológicas ha sido una preocupación constante para la humanidad, aunque el acuerdo internacional para su prohibición emergió de los horrores de la Primera Guerra Mundial. Años después, en 1972, los esfuerzos para eliminar globalmente estas armas de destrucción masiva se plasmaron en la conclusión de la Convención sobre Armas Biológicas (CAB), donde los estados firmantes se mostraban «Decididos, por el bien de toda la humanidad, a excluir completamente la posibilidad de que los agentes bacteriológicos (biológicos) y las toxinas se utilicen como armas» y «Convencidos de que tal uso sería repugnante para la conciencia de la humanidad y de que no se deben escatimar esfuerzos para minimizar este riesgo».

En la actualidad, la utilización por agentes no estatales de materiales o métodos para conseguir armas destrucción masiva se ha convertido en una amenaza para la comunidad internacional. Por ello, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó en 2004 la Resolución 1540, con una importante aportación de España, en la que se muestra «sumamente preocupado por la amenaza del terrorismo y el riesgo de que agentes no estatales como los identificados en la lista de las Naciones Unidas elaborada y mantenida por el Comité establecido en virtud de la resolución 1267 (1999) del Consejo de Seguridad y aquéllos a los que se aplica la resolución 1373 (2001) puedan adquirir, desarrollar o emplear armas nucleares, químicas y biológicas y sus sistemas vectores o traficar con ellas»

España frente a la lucha contra las armas biológicas

En línea con esa preocupación internacional, España, desde la redacción de su primera Estrategia de Seguridad Nacional en 2011 (Estrategia Española de Seguridad), se ha mostrado especialmente preocupada por el riesgo que suponen las armas de destrucción masiva, tanto nucleares como químicas o biológicas. En este sentido, en cumplimiento de los objetivos marcados en la ESN 2013, el Consejo de Seguridad Nacional aprobó la PCI/168/2019, de 22 de febrero, por la que se publicó el Plan Nacional de Biocustodia que, entre sus cometidos, pretende desarrollar todas aquellas medidas necesarias que posibiliten una custodia efectiva de agentes biológicos relevantes, controlando su acceso y la protección física de las instalaciones donde se manejen esos agentes, así como su transporte seguro. Y como continuación a este planteamiento estratégico, la recientemente aprobada Estrategia de Seguridad Nacional 2021 señala que «la amenaza biológica, entendida como el empleo deliberado de agentes patógenos, toxinas o elementos genéticos u organismos genéticamente modificados dañinos por parte de Estados, individuos, redes criminales u organizaciones terroristas, supone una amenaza real con posibles consecuencias catastróficas».

El mapa de Biocustodia

En el marco de la lucha contra las armas biológicas, el Mapa de Biocustodia se muestra como una herramienta fundamental para profundizar en el conocimiento y en la coordinación para la consecución de este objetivo.  La realización del “Mapa de la Biocustodia” es una importante aportación al Plan Nacional de Biocustodia, y su propósito fundamental es mejorar el conocimiento de las obligaciones de todos los actores, tanto públicos como privados, en la materia. El Mapa es un compendio que pone claridad al entramado de normas, tratados, códigos de conducta y regímenes de exportación, nacionales e internacionales. Además, incorpora las competencias de los diferentes ministerios, organismos públicos y foros internacionales. Con su publicación se espera conseguir que todos los operadores y los ciudadanos en general que lo precisen, tengan a su disposición la información necesaria para desarrollar sus actividades con respeto a las obligaciones y así contribuyan a la seguridad nacional y global.

El “Mapa de la Biocustodia” ha sido elaborado con aportaciones de los Departamentos presentes en el Comité Especializado de No Proliferación de Armas de Destrucción Masiva, órgano de apoyo al Consejo de Seguridad Nacional, que está presidido por la Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y Globales, y cuya vicepresidencia la ejerce el Director del Departamento de Seguridad Nacional. La elaboración de esta Mapa ha sido coordinada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y representa un claro avances para mejorar la disposición de España ante los riesgos provenientes de posibles usos malintencionados de agentes biológicos.
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