Día Internacional de los bosques: “Bosques y Salud”
21 de marzo 2023
El “Día Internacional de los Bosques” es un evento anual que se conmemora cada 21 de marzo, con la intención de mantener la atención global sobre la importancia de los bosques para la vida sobre el planeta. Con esta efeméride no solo se pretende llegar e involucrar al máximo número posible de personas, sino también alentar a los países a adoptar iniciativas locales, nacionales e internacionales para la organización de actividades relacionadas con los bosques y los árboles.
Este día fue proclamado en 2012 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y se celebró oficialmente por primera vez en 2013. Los organizadores oficiales son el Foro de las Naciones Unidas para los Bosques, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como la Asociación de Colaboración en materia de Bosques, entre otras entidades y agrupaciones. España participa activamente en todos estos foros y organizaciones.
Los bosques y su desarrollo inciden directamente y de forma capital en factores fundamentales para la vida y la seguridad tanto en el marco global, como regional y nacional. Así, de ellos depende en gran medida la retención de carbono, la regulación de las aguas o la protección de los suelos, que son de enorme trascendencia en nuestra lucha contra el cambio climático y la minimización de sus efectos. Pero también unos bosques sostenibles generan beneficios sociales, paisajísticos y económicos, que son importantes para la correcta ordenación del territorio y, con ello, para la regulación demográfica y la redistribución territorial de las rentas.
Con la extrema importancia de todo ellos, los organizadores han querido poner el foco este año en un aspecto que ha cobrado especial importancia tras la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 o COVID-19. Por ese motivo, el tema de esta edición 2023 es “Bosques y salud”.
Para la Seguridad Nacional en España. y según recoge las sucesivas Estrategias de Seguridad Nacional han venido diseñando, tanto la propia concepción de esta conmemoración como el tema elegido este 2023 subrayan la especial importancia de este Día. En este contexto, como señala el Plan Integral de Cultura de Seguridad Nacional, «el Estado no sólo busca garantizar el funcionamiento de la organización política frente a los riesgos, amenazas y desafíos, sino también los derechos, las libertades y el bienestar de la ciudadanía, sin que nada perturbe la cotidianeidad de la vida en comunidad y del desarrollo personal en el marco del Estado social y democrático de derecho».
Por su parte, la Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) 2021, enumera 16 riesgos y amenazas que enfrentamos en nuestra vida cotidiana. Entre ellos, encontramos algunos directamente afectados por la evolución y sostenibilidad de nuestros bosques, tales como las catástrofes y emergencias —muchas veces provocadas por incendios forestales, inundaciones u olas de calor—; y los efectos del cambio climático y la degradación del medio natural, que atentan contra la biodiversidad, pueden provocar incrementos de las sequías o aumentar los procesos de desertificación. Otros de los riesgos detectados por la Estrategia, como los flujos migratorios irregulares o algunos aspectos de la estabilidad económica, también se ven influenciados, en mayor o menor medida, por la estabilidad de nuestro medio natural. Todo ello puede confluir en lo que la propia ESN 2021 denomina “amenazas complejas” a menudo interconectadas, que pueden desencadenar crisis en cascada.
Pero entre todos los riesgos enumerados por la Estrategia, el referido a las pandemias y epidemias está directamente relacionado con el tema elegido en este día mundial de los bosques
Así, la pandemia de coronavirus ha puesto de relieve un concepto acuñado en los años 60 del siglo pasado: One Health, que expresa que la salud humana, la de los animales y las plantas son interdependientes; y, además, están conectadas a la importancia de la salud de los ecosistemas, muchos de los cuales residen en nuestros bosques. Por ello, aunque los virus y las bacterias son elementos naturales que siempre han convivido con el ser humano, en hábitats bien conservados —en esta ocasión, con especial referencia a nuestros bosques— y con diversidad de especies que se relacionan en equilibrio; los virus se distribuyen entre las distintas especies y es más complicado que lleguen al ser humano. Sin embargo, cuando la naturaleza se altera o destruye, los ecosistemas naturales se debilitan y, de esta forma, se facilita la propagación de patógenos, lo que aumenta el riesgo de contacto y transmisión al ser humano. Esta situación tiene efectos negativos sobre nuestra salud que, a causa de la globalización, pueden llegar a convertirse en pandemias globales.
En España, los ecosistemas forestales ocupan algo más de veintiséis millones de hectáreas (26.280.281 ha), de las cuales casi quince millones (14.717.898 ha) están arboladas, lo que supone el 29% del territorio nacional. La evolución de estos ecosistemas se tiene en consideración al medir nuestro “perfil medioambiental”, en el que uno de los indicadores de su evolución es la superficie de formaciones forestales arboladas y diversidad específica de las masas arboladas.