Tras inicio de la nueva ofensiva israelí en el enclave, más de 1.000 personas han fallecido y más de 280.000 personas han sido desplazadas, mientras el 64% de la superficie se encuentra bajo la denominación de “zona de amortiguación” o áreas evacuadas. Con este contexto de fondo, el brazo armado de Hamás afirmó que la mitad de los rehenes vivos se encuentran en zonas que Israel ha ordenado evacuar y comunicó su decisión de no trasladar a los prisioneros. Por otra parte, enviada especial adjunta de EE.UU. para la región se reunió ayer en Beirut con el presidente de Líbano, con quien trató sobre la situación en el sur del país y en la frontera con Siria, así como las reformas financieras y económicas que tienen por objetivo combatir la corrupción en el país. Fuente: ONU; Gobierno de Líbano