Situación en Níger tras el golpe de Estado
08 de agosto 2023
En Niamey (Níger), el pasado día 26 de julio, el general Abdourahamane Tchiani —jefe de la Guardia Presidencial— lideró una insurrección militar y depuso al actual régimen democrático. Poco después, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas confirmó su apoyo al levantamiento. Desde entonces, el presidente Mohamed Bazoum está retenido, y también algunos ministros y altos funcionarios de su gobierno.
Tras el golpe de Estado, los militares sublevados se han organizado en una junta militar —el Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP)—, liderada por Tchiani, que también se ha declarado jefe del Estado.
En estos últimos diez días, el CNSP ha suspendido la Constitución; ha anunciado que se crearán las condiciones para una transición pacífica y la celebración de elecciones en un periodo de tiempo adecuado; y ha rechazado las sanciones adoptadas por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO). Además, canceló de inmediato los acuerdos de cooperación en materia de seguridad y defensa con Francia, y también decidió el cese de las funciones de los embajadores de Níger en Francia, EEUU, Nigeria y Togo. Por último, los militares del Consejo advirtieron de que estaban dispuestos a responder ante "cualquier agresión", en referencia a una posible intervención militar por parte de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
Respecto a la búsqueda de aliados regionales, el CNSP ha consolidado su acercamiento a Mali y Burkina Faso, dos países también bajo el pode de una junta militar tras sendos golpes de Estado. Al tiempo, se incrementan las discrepancias de estos países del Sahel Occidental con Francia y la CEDEAO.
En cuanto a la reacción social, en la capital Niamey se han sucedido movilizaciones a favor de los militares sublevados. El 6 de agosto, decenas de miles de personas salieron de nuevo a las calles para mostrar su apoyo a la junta militar. Reunidos en el estadio Seyni Kounche, y enarbolando banderas de Níger, Rusia, Argelia, Mali, Burkina Faso y Guinea-Conakri; gritaron proclamas contra Francia y la CEDEAO, y exigieron la retirada de todas las fuerzas extranjeras del país. Por otro lado, la calma tensa impera en todo el país.
Reacción regional
A nivel regional, el 30 de julio y de forma determinante, los jefes de Estado y de Gobierno de la CEDEAO acordaron sanciones contra Níger. Además, anunciaron que tomarían todas las medidas necesarias —incluyendo el uso de la fuerza— para restablecer el orden constitucional en Níger, en caso de que Bazoum no fuera liberado en un plazo de siete días.
En este sentido, el Comité de Jefes de Estado Mayor de la CEDEAO planteó y abordó la opción de una intervención militar como último recurso. Transcurrido el plazo establecido sin una restitución de Bazoum, la CEDEAO se reunirá en una cumbre extraordinaria el próximo 10 de agosto para abordar la situación. A pesar de ello, la CEDEAO defiende que la opción militar sería únicamente el último recurso y, desde la consumación del golpe de Estado, ha mantenido una importante agenda de reuniones para negociar con el CNSP y lograr una resolución diplomática a la situación.
Por su parte, Burkina Faso y Mali se han negado a aplicar las sanciones contra Níger, y han advertido que «cualquier intervención militar contra Níger equivaldría a una declaración de guerra contra Burkina Faso y Mali». Para las juntas militares de ambos países, sería una injerencia exterior que supondría la retirada de ambos países de la CEDEAO, así como la adopción de medidas de legítima defensa en apoyo a las Fuerzas Armadas de Níger y al pueblo nigerino. Fuera de la CEDEAO, Argelia, Libia y Chad se han pronunciado, de forma explícita, en contra de cualquier intromisión militar en Níger.
Reacción internacional
Más allá de África, Naciones Unidas, la Unión Europea (UE) y EEUU, entre otros, han condenado la sublevación militar. En los últimos meses, Níger había fortalecido sus relaciones internacionales; y tanto la UE como EEUU subrayaban la solidez de su asociación con Níger como socio clave en la región, especialmente en el ámbito político y de seguridad.
Asimismo, la UE ha manifestado su apoyo a la CEDEAO, al tiempo que ha suspendido todas las actividades de cooperación en el ámbito de la seguridad con Níger. En cuanto a las misiones UE en Níger, en las que participa España: EUMPM (misión de cooperación militar) y EUCAP Sahel Níger (misión civil de capacitación); ambas han cesado sus actividades. Además, debido a la inestabilidad que atraviesa Níger, varios países —entre ellos, España— llevaron a cabo operaciones de repatriación de sus nacionales desde Níger.
En España, el ministerio de Asuntos Exteriores ha cancelado, por el momento, su cooperación para el desarrollo bilateral con Níger; y ha llamado a la restauración del orden constitucional y la liberación del presidente Bazoum.
Por su parte, Francia —que también ha suspendido su ayuda al desarrollo a Níger y Burkina Faso— ha rechazado la denuncia, por parte de los militares sublevados, de los acuerdos de cooperación en materia de seguridad y defensa, ya que no les reconoce como autoridad legítima de Níger.
Situación de seguridad en el Sahel
En Níger, los sublevados justifican su toma de poder por la degradación de la situación de seguridad, económica y social en todo el país. Desde hace años, Níger sufre el terrorismo yihadista en dos focos principales: en la Cuenca del Lago Chad y en la zona de la Triple Frontera con Burkina Faso y Mali. En este contexto, las autoridades nigerinas defendieron recientemente que los ataques yihadistas habían disminuido; aunque hay evidencias del fortalecimiento del Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM, filial de al Qaeda), así como el aumento de sus acciones terroristas en Tillaberi (oeste) desde Mali.
En marzo de 2021, Níger ya soportó una intentona de asonada militar unos días antes de la investidura del actual presidente Bazoum, pero este hecho no impidió la alternancia política. A nivel regional, varios países han sufrido golpes de Estado —Mali (2020 y 2021), Burkina Faso (dos en 2022) y Guinea (2021)—; y todos ellos, según sus autoridades, se encuentran en periodos de transición gobernados por juntas militares. También Chad, tras la muerte de su presidente Deby en 2021, está dirigido por una junta militar, liderada por el hijo del presidente fallecido.
Por su parte, la ONU ha mostrado su preocupación ante el impacto de esta situación en la población nigerina, ante la posibilidad de que la crisis humana que sufre Níger —donde 4,3 millones de personas necesitan asistencia humanitaria— se agrave, así como el muy probable deterioro de los niveles de seguridad en toda África Occidental.
Por último, el presidente Bazoum, en un artículo publicado en The Washington Post, ha advertido de que, si finalmente se consuma, el golpe de Estado en Níger «tendrá consecuencias devastadoras para nuestro país, nuestra región y el mundo entero».