Informe Anual de Seguridad Nacional 2022

Informe Anual de Seguridad Nacional 2022
17 de abril 2023

El 12 de abril de 2023, el Consejo de Seguridad Nacional —presidida por Su Majestad el Rey, Felipe VI— aprobó el Informe Anual de Seguridad Nacional 2022, que cumple su décimo aniversario desde su primera edición en 2013, tras la promulgación de la primera Estrategia de Seguridad Nacional.

Proceso de elaboración del Informe Anual de Seguridad Nacional 2022

El proceso de elaboración del Informe está dirigido y coordinado por el Departamento de Seguridad Nacional a partir de las contribuciones de los ministerios de la Administración General del Estado y del Centro Nacional de Inteligencia. De esta forma, los departamentos ministeriales y organismos implicados analizan y valoran sus diferentes perspectivas sobre la base de la Estrategia de Seguridad Nacional vigente, y aportan una visión amplia y transversal de los principales riesgos y amenazas que afectan a la Seguridad Nacional.

Este enfoque colaborativo y de suma agregada permite que el documento refleje una visión muy completa del estado y evolución de la Seguridad Nacional durante el  período anual analizado.

Un año marcado por la invasión ilegal de Ucrania y sus consecuencias para la Seguridad Nacional

En este año, el Informe tiene como marco de referencia la Estrategia de Seguridad Nacional de 2021 y, más en concreto, los 16 riesgos y amenazas recogidos en ella, que se constituyen en la columna vertebral del Informe anual de Seguridad Nacional 2022.
Si el Informe del año anterior estaba marcado por el impacto de la pandemia, este refleja las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania en todos sus ámbitos, tanto en términos geopolíticos, como energéticos, económicos o de seguridad y defensa.
La inflación, que asomaba tras la reapertura post pandémica, se ha visto potenciada por una crisis energética global. En este contexto, la subida de los precios de la energía y la necesidad de reducir la dependencia del gas de Rusia por parte de los países europeos están acelerando la necesaria transición hacia fuentes energéticas renovables. Por otro lado, cada vez son más evidentes las consecuencias del cambio climático y el uso descontrolado de combustibles fósiles, especialmente con el creciente nivel del mar, las frecuentes e intensas olas de calor, incendios, inundaciones y sequías. 
 

 Asimismo, la invasión rusa ha tenido su impacto también en ámbitos como el transporte y la seguridad marítima, la seguridad alimentaria o las infraestructuras críticas. Los sabotajes a los gasoductos Nord Stream han puesto de manifiesto la vulnerabilidad del suministro de energía por gasoductos y oleoductos submarinos, así como las comunicaciones a través de cables tendidos en el lecho marino. Todos los años somos testigos del incremento en el volumen y la velocidad de los flujos de materiales, energía e información y de cómo estos pueden constituir una fuente de vulnerabilidad, que amplifica y expande la crisis.

Por su parte, las estrategias híbridas —incluido este tipo de sabotaje— o la desinformación forman parte del arsenal utilizado para atacar al adversario. De igual manera, se ha incrementado el uso de ciberataques contra instituciones e infraestructuras críticas.

Este contexto de confrontación parece augurar cambios significativos en el entorno geopolítico, económico y social. La tendencia de los últimos años apunta hacia un mayor proteccionismo, unas dependencias económicas más localizadas en países afines y un clima más polarizado, no solo con Rusia sino también con China. En este sentido, la agresión rusa ha provocado una reacción de cohesión y firmeza entre los socios y aliados de la Unión Europea y la OTAN, que incluye la imposición de sanciones y los compromisos de incremento de gasto en defensa.

Por otro lado, la dificultad para mantener un diálogo con Rusia en las condiciones actuales ha provocado un creciente bloqueo de la arquitectura internacional de no proliferación y desarme.

Otros riegos y amenazas como el terrorismo yihadista o el crimen organizado siguen latentes. Los dos principales grupos terroristas —Daesh y al Qaeda—, así como sus filiales, mantienen una presencia especialmente activa en África, y la posibilidad de que perpetren acciones terroristas en territorio español está aún presente. En general, las organizaciones criminales transnacionales siguen adaptándose a su entorno y desarrollando sus principales actividades —tráfico de personas, tráfico de drogas, ciber crimen y blanqueo de dinero— a través de plataformas y estructuras cada vez más especializadas.

Análisis de riesgos

En su parte final, el Informe Anual de Seguridad Nacional incorpora los resultados de la encuesta de percepción de riesgos a la Seguridad Nacional, elaborada durante octubre de 2022. Este es el cuarto informe de riesgos que se presenta en el Consejo de Seguridad Nacional, una práctica que se inauguró en el año 2019.

Los tres aspectos más destacables de este año son los siguientes:

•          En primer lugar, el claro impacto que la invasión rusa de Ucrania tiene en la percepción de los riesgos y las amenazas a la Seguridad Nacional. En el mapa de riesgos —gráfico elaborado en función del grado de impacto y el nivel de probabilidad— aparece en primer lugar la vulnerabilidad energética.
•          En segundo lugar, el Análisis de Riesgos ofrece un estudio de tendencias a cinco años. Los resultados identifican a las ciberamenazas y las campañas de desinformación como las amenazas para la Seguridad Nacional que más se intensificarán en el corto plazo, con un grado de consenso superior al 85% de respuestas recibidas por los expertos.
•          El tercer elemento de interés que ofrece el Análisis de Riesgos es un estudio con un horizonte de diez años, que refleja un escenario en 2032 de mayor fragmentación y complejidad geopolítica. Por entonces, el nacionalismo económico prevalecerá y la tecnología se configurará como arma para explotar la vulnerabilidad de los oponentes. Además, en clave medioambiental, se prevé una mayor degradación, con consecuencias relevantes para la Seguridad Nacional.
 

 
Cultura de Seguridad Nacional

Finalmente, y por segundo año consecutivo, el Informe incluye un apartado dedicado a la Cultura de Seguridad Nacional. En él se recogen las principales realizaciones llevadas a cabo desde los ministerios y el Centro Nacional de Inteligencia a lo largo de 2022 para promover un mayor conocimiento y la sensibilización de la sociedad sobre la Seguridad Nacional.