04 marzo 2016 - Los Planes de Gestión de Riesgo de Inundación constituyen la herramienta fundamental para reducir los daños que provocan las inundaciones y han sido elaborados en cumplimiento de la Directiva Europea de Inundaciones, que establece la obligación de que todos los Estados miembros se doten de un instrumento de planificación que permita reducir los daños que producen las inundaciones, tanto en las personas como en bienes y propiedades.
Los planes cuentan con cuatro grandes grupos de medidas, que abarcan todas las fases de gestión del riesgo: prevención, protección, preparación y recuperación. En total, se prevé la ejecución de más de 1.000 medidas y una inversión de unos 800 millones de euros. Las medidas mejorarán los sistemas de información y alerta así como el estado de los ríos y de la costa. Además, se actualizarán los planes de protección civil, se realizarán campañas para el incremento de la percepción del riesgo y se trabajará para compatibilizar las inundaciones y la ordenación territorial. Otra prioridad fundamental será considerar los efectos que el cambio climático puede producir en el futuro.
Máximo consenso y enfoque integral
La planificación para hacer frente al riesgo de las inundaciones y sus consecuencias ha sido impulsada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Ha contado con el consenso de todas las Administraciones implicadas y con un amplio proceso de información pública. En concreto, se ha recibido el apoyo de más del 96% de los representantes del Consejo Nacional del Agua, incluido el de todas las Comunidades Autónomas y usuarios del agua, y de la Comisión Nacional de Protección Civil.
Además, los Planes de Gestión de Riesgo de Inundación se han coordinado con la planificación hidrológica y tienen en cuenta los criterios previstos en la Directiva Marco del Agua, lográndose así un enfoque integral entre los objetivos medioambientales y los propios de la seguridad.