31 de marzo 2023
16:00h
Situación actual
España
Según el último balance oficial, ofrecido por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (datos consolidados a 31 de marzo), se han notificado, hasta el momento, 13.798.747 casos confirmados de COVID-19 y 120.426 la cifra total de fallecidos. En España, desde el pasado ocho de febrero, queda eliminada la obligatoriedad de llevar mascarilla en los transportes públicos. Su uso obligatorio se mantendrá en farmacias y centros sanitarios.
Situación mundial
Según datos publicados de la OMS a nivel global, hasta el 31 de marzo, se han notificado al menos 761.402.282 casos y 6.887.000 fallecidos.
Actuaciones
La OMS prevé que este año podría concluir la emergencia de salud pública internacional por la COVID-19 y estima que la epidemia está a punto de ser considerada igual que la gripe estacional, una amenaza para la salud que continuará causando muertes, pero que no pondrá en peligro los sistemas hospitalarios ni paralizará a la sociedad. Además, hace nuevo llamamiento a China para que comparta la información científica que posee, porque, a pesar de que no permitiría sacar una conclusión definitiva sobre cómo comenzó la pandemia, sí constituiría una pieza importante para dar una respuesta al origen. En este contexto, el Grupo de Asesoramiento Científico para los Orígenes de Nuevos Patógenos de la OMS ha señalado que los datos publicados por el Centro de Prevención y Control de Enfermedades en China, aunque no son concluyentes, muestran la presencia en el mercado de Wuhan de ADN de varios animales que podrían haber sido la fuente de infecciones en humanos.
El director general de la OMS comunicó que la enfermedad por COVID-19 continúa siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional. Además, mostró su preocupación por el riesgo que representa, con un alto número de fallecidos en comparación con otras enfermedades infecciosas respiratorias; la baja aceptación de la vacuna en países de ingresos muy altos, bajos y medianos; la incertidumbre asociada a las variantes emergentes; la fatiga pandémica; la reducida percepción pública del riesgo; la desinformación y el incremento de la presión sobre los sistemas de salud nacionales.
Ante olas de desinformación acerca de las vacunas contra la COVID-19, en medios de comunicación y redes sociales, la OMS reiteró en su efectividad para prevenir la muerte, los casos más graves y las hospitalizaciones. Además, insistió en que no se han hallado pruebas sustanciales que demuestren que las vacunas de refuerzo de ARNm sean inseguras o que estén relacionadas con los accidentes cerebrovasculares. Asimismo, señaló que el riesgo de miocarditis inducido por la vacuna se trata de un efecto secundario “extremadamente raro”, que además es leve y puede tratarse. Por ello, concluyó que los beneficios de las vacunas continúan siendo superiores a los riesgos. En cuanto a las vacunas existentes contra la cepa XBB 1.5 de COVID-19, indicó que aún no se conoce su rendimiento exacto e informó de que revisará los datos cuando se publiquen.
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