Reunión previa a la celebración del Consejo Europeo del 9 y 10 de marzo de los jefes de Estado o de Gobierno de Francia, Italia, España y Alemania.
Durante este encuentro los cuatro Jefes de Estado o de Gobierno han tratado los retos externos a los que se enfrenta la Unión Europea como la globalización, el cambio climático, la lucha contra el terrorismo o la crisis migratoria así como los retos internos tales como el desempleo, el crecimiento económico, la salida de Reino Unido de la UE, las preocupaciones sobre la posición de la UE en el mundo o la Política de Seguridad y Defensa Común.
En la hoja de ruta de la Declaración de Bratislava
La materia de trabajo objeto de este encuentro ha hecho referencia en buena medida al contenido de la Declaración de Bratislava resultante de la Cumbre celebrada en esta ciudad en septiembre de 2016. Entonces se pretendía valorar el estado actual de la Unión Europea y deliberar sobre el futuro común en vísperas del importante aniversario de la fundación del Tratado de Roma, el cual establecía en 1957 las bases de la integración europea.
Así el texto destacaba recientemente la consolidación de la paz y de la democracia logradas en las últimas décadas y la generación de prosperidad en nuestros países europeos; una realidad que contrasta con otros lugares del mundo donde muchos países y regiones siguen esforzándose por alcanzar tales logros. Dicha Declaración afirmaba la decisión de los 27 Estados Miembros de conseguir que la UE sea un éxito, apoyados en nuestra historia común.
Los Estados Miembros reconocen a la UE como el instrumento más eficaz para garantizar la paz la democracia, la seguridad de nuestros ciudadanos y los deseos que éstos tienen de vivir, estudiar, trabajar, circular y prosperar con libertad en Europa así como de aprovechar la riqueza de su patrimonio cultural europeo.
Una UE más eficaz
Inspirándose en el espíritu de la Declaración y de la Hoja de Ruta de Bratislava los mandatarios han destacado en declaraciones conjuntas cuatro ámbitos en los que la UE debe ser más eficaz al encarar las inquietudes de los ciudadanos: las políticas de inmigración, "actuando en origen" y prestando atención al control de las fronteras; la seguridad interior y la lucha contra el terrorismo; la seguridad exterior y el fortalecimiento de la política común de Seguridad y Defensa, y la economía.
Europa. Un proyecto de paz
Uno de los elementos destacados en la reunión hacía alusión al carácter específico del proyecto europeo como “proyecto de paz”. En esta línea la canciller alemana afirmaba que uno de los objetivos inmediatos es delinear el futuro del "trabajo por la paz" desde Europa. También se ha referido a que “el bienestar del propio país y el bienestar de la UE son dos caras de la misma moneda”, insistiendo en el valor de los intereses comunes.
Objetivo para Roma: avanzar juntos pero a varias velocidades
Los cuatro mandatarios han afirmado que, en el próximo 60º aniversario del Tratado de Roma, la UE debe UE mostrar una visión común para los próximos años sobre la base de valores comunes para poder enfrentarnos a los cambiantes desafíos globales. Será necesario optimismo, pero también buena dosis de energía y sentido del deber.
El presidente francés, el primer ministro español, el primer ministro italiano y la canciller alemana han acordado impulsar una Europa de varias velocidades con el fin de lograr un mayor desarrollo para el conjunto de Europa. También hubo un pronunciamiento por hacer más hincapié en la diversidad de las regiones y las tradiciones de cada país.
Los cuatro políticos han alcanzado un acuerdo sobre las cuestiones del Consejo Europeo de finales de esta semana en Bruselas: haciendo un llamamiento a una protección reforzada en frontera, situando como objetivo un mayor control en la gestión de la crisis de refugiados y buscando la mejora en la lucha contra el terrorismo.
La posición de España, más integración
Para el Presidente del Gobierno de España el objetivo de la Cumbre a cuatro era dar respuesta a los retos y a las incertidumbres ante los retos pendientes que Europa tiene por delante. El Presidente ha defendido a la UE y ha apelado a que hay que seguir unidos, recordando que Europa sufrió dos guerras mundiales en los sesenta años anteriores al Tratado de Roma, mientras que desde entonces ha disfrutado del mayor periodo de paz y prosperidad de su historia.
El Presidente ha señalado también la necesidad de profundizar en el mercado interior, promocionar una política comercial común, luchar contra el desempleo juvenil y extender el 'Plan Juncker' que ha funcionado bien en nuestro país. También ha asegurado que "España está dispuesta a ir más allá en la integración con todos aquellos que quieran seguir en la integración". Además de trabajar de manera más estrecha en lo relativo a la política exterior, la inmigración y la seguridad, el jefe del Ejecutivo ha abogado por profundizar en el medio plazo en la Unión Económica y Monetaria.
Del mismo modo ha fijado unas orientaciones para el encuentro que tendrá lugar a finales de este mes en Roma, donde los europeos deberían lanzar tres mensajes: la Unión Europea es una historia de éxito, la prioridad debe ser atender con mayor intensidad y eficacia los problemas de los ciudadanos, y el futuro de la UE pasa por más y mejor integración.
