Índice Global de Desplazamientos Internos 2023: 71,1 millones de desplazados internos, «la cifra más alta jamás registrada»
21 mayo de 2023
En 1998, hace ahora 25 años, Naciones Unidas promulgó los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, que abordan las necesidades específicas de los desplazados internos en todo el mundo; e identifica los derechos y las garantías pertinentes para la protección de las personas contra el desplazamiento forzoso, así como su protección y asistencia durante el desplazamiento, el retorno o el reasentamiento y la reintegración. Desplazados internos que, según define los Principios Rectores, son «aquellas personas o grupos de personas que se hayan visto obligadas u obligadas a huir o a abandonar sus hogares o lugares de residencia física, en particular como resultado de conflictos armados, situaciones de violencia generalizada, violaciones de los derechos humanos o catástrofes naturales o provocadas por el hombre, o con el fin de evitar sus efectos. y que no hayan cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida».
En este contexto, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) es el organismo de las Naciones Unidas encargado de proteger a los refugiados y desplazados por persecuciones o conflictos, y promover soluciones duraderas a su situación, mediante el reasentamiento voluntario en su país de origen o en el de acogida. Tanto las Naciones Unidas como ACNUR apoyan el seguimiento y el análisis de los desplazados internos en todo el mundo a través del Centro de Seguimiento de los Desplazamientos Internos (IDMC), con sede en Ginebra (Suiza), que fue establecido en 1998 como parte del Consejo Noruego de Refugiados, proporciona datos y análisis y apoya a los socios en la identificación e implementación de soluciones para el desplazamiento interno.
Como cada año, el IDMC ha publicado su Informe Global de Desplazamiento Internos (GRID, por sus siglas en inglés) 2023, que reconoce en su prólogo que, «tras 25 años de avances, debemos seguir mejorando la cobertura, granularidad, puntualidad y desglose de los datos sobre desplazamiento interno, y complementarlos con otra información necesaria para comprender y abordar las crisis actuales y reducir el riesgo de que se produzcan en el futuro», especialmente después del pasado 2022, que ha registrado cifras record en los desplazamientos internos a lo largo del mundo.
Como señala el Informe, en 2022, «los conflictos, las catástrofes y los continuos efectos de la pandemia de Covid-19 se combinaron para agravar las vulnerabilidades y desigualdades preexistentes de la población. La guerra en Ucrania empeoró aún más las cosas. Y todo ello alimentó una crisis mundial de seguridad alimentaria que afectó con mayor dureza a los más pobres y vulnerables, incluidos los desplazados internos. Esta tormenta perfecta ha socavado años de progresos en la reducción del hambre y la malnutrición en el mundo».
Con este trasfondo, el informe 2023 del IDMC documenta que «nunca antes se habían registrado desplazamientos internos a esta escala. Alrededor de 71,1 millones de personas vivían en situación de desplazamiento interno a finales de 2022, la cifra más alta jamás registrada. Esto supone un fuerte aumento en comparación con 2021, principalmente como consecuencia del conflicto en Ucrania, pero también debido a conflictos enquistados y desastres que desarraigan a millones de personas cada año». Además, reconoce que la falta de datos exhaustivos sobre «estas crisis superpuestas» dificulta asentar políticas para prevenirlas, responder a ellas y lograr soluciones a largo plazo; y hace especial énfasis en la relación existente entre los conflictos, las catástrofes y los desplazamientos y la inseguridad alimentaria, «que ya era preocupante como consecuencia de la lenta y desigual recuperación de la pandemia de Covid-19».
A continuación, el Informe presenta una serie de datos y realidades concretas que ponen de manifiesto el incremento de los desplazamientos internos en el mundo durante 2022:
- A lo largo del año, se registraron 60,9 millones de desplazamientos internos, o movimientos, un 60% más que en 2021 y también la cifra más alta de la historia.
- Los conflictos y la violencia dejaron 62,5 millones de personas desplazadas en 65 países y territorios a finales de 2022. Las catástrofes representaron otros 8,7 millones en 88 países y territorios.
- El número de desplazamientos asociados a conflictos y violencia casi se duplicó hasta alcanzar los 28,3 millones. La guerra en Ucrania provocó 16,9 millones, la cifra más alta jamás registrada en ningún país.
- El desplazamiento interno es un fenómeno mundial, pero casi tres cuartas partes de los desplazados internos del mundo viven en sólo diez países: Siria, Afganistán, la República Democrática del Congo, Ucrania, Colombia, Etiopía, Yemen, Nigeria Somalia y Sudán.
- Al igual que en los diez años anteriores, el África subsahariana y Oriente Medio y el Norte de África registraron el mayor número de desplazados internos. Las cifras aumentaron en todas las regiones excepto en Asia Oriental y el Pacífico.
Por otro lado, el Informe Global de Desplazamiento Internos 2023 se centra en analizar las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania, que «ha tenido efectos en cascada sobre las cadenas de suministro mundiales y los precios de los alimentos, aumentando la inseguridad alimentaria en muchos países donde el desplazamiento interno también es un problema».
En cuanto a las respuestas de la comunidad internacional, el Consejo Noruego de Refugiados —a través de su Informe 2023— destaca las siguientes consideraciones:
- La ayuda incondicional en efectivo es un medio vital para apoyar las necesidades inmediatas de las personas afectadas por el desplazamiento y la inseguridad alimentaria.
- El desarrollo de los Desarrollar los medios de subsistencia y las competencias de los desplazados internos contribuiría a facilitar soluciones duraderas al aumentar su seguridad alimentaria y, al mismo tiempo, la autosuficiencia de sus comunidades y países.
- Más allá de la ayuda humanitaria inmediata, es necesario invertir en acciones anticipatorias y medidas de reducción de riesgos que refuercen la resiliencia de las comunidades desplazadas.
Por último, el Informe subraya que se ha llegado a una mayor concienciación mundial sobre la necesidad de invertir en soluciones duraderas y prevención para reducir y gestionar los desplazamientos internos, pero, «sin embargo, el número de personas que viven desplazadas en todo el mundo sigue aumentando, al igual que el número de nuevos desplazamientos que se registran cada año. Los desplazamientos por conflictos siguen siendo una de las principales preocupaciones, desde el África subsahariana hasta Ucrania, pero los desplazamientos por catástrofes dejaron una huella geográfica mucho mayor el año pasado». Para seguir avanzando, el Consejo Noruego para los Refugiados considera que es fundamental crear asociaciones y colaborar para abordar las causas comunes y subyacentes de los desplazamientos —pobreza, desigualdad y cambio climático, entre otros—, y desde el convencimiento colectivo las soluciones son factibles. «Trabajando juntos —concluye—, podemos hacer frente a los retos actuales y reducir las tendencias presentadas en este Informe, que debería considerarse como una llamada de atención para mejorar nuestro impulso colectivo hacia un futuro más sostenible».