11/03/2022
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Líbano: España al frente de la Misión de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas (UNIFIL)
11 de marzo 2022
El 28 de febrero, el general español Aroldo Lázaro Sáenz asumió el mando como comandante y jefe de la Misión de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés), formada por un contingente de más de 10.000 cascos azules y 800 civiles de 46 países diferentes. Esta es la segunda ocasión que España lidera esta misión internacional.
El general Lázaro cuenta con una amplia experiencia sobre el terreno y es un gran conocedor del Líbano y de la misión, donde ha estado desplegado en tres ocasiones y ha sido General Jefe del Sector Este, liderado por España. Su labor al frente de UNIFIL contribuirá a plasmar el valor añadido que España aporta a la paz y seguridad internacionales, en una zona esencial para la estabilidad regional y global.
Asimismo, su designación refleja la confianza que la ONU deposita en España y sus Fuerzas Armadas, que destacan por su compromiso con la seguridad humana, su modelo integrador, la preocupación por la eficacia y la sostenibilidad de la misión y la búsqueda por estrechar lazos a nivel local. Como subrayó la Ministra de Defensa —en el acto de toma de mando en Naquora —«esta confianza que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha depositado en el Ejército español, y por lo tanto en España, es la mejor manifestación del compromiso de España por la paz». Además, el general Lázaro asume el mando en unos momentos complejos para la estabilidad y el futuro del Líbano, y en pleno conflicto internacional tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Misión y contingente de UNIFIL
La misión de UNIFIL es el instrumento de Naciones Unidas para garantizar la paz en la línea de demarcación fronteriza entre Líbano e Israel al sur del rio Litani —Blue Line o Línea Azul—; facilitar el acceso de ayuda humanitaria a la población civil; y garantizar el regreso voluntario y seguro de las personas desplazadas. Para ello, la misión apoya a las Fuerzas Armadas libanesas en la modernización y desarrollo de sus capacidades, así como en sus cometidos al sur del río Litani.
Las Fuerzas Armadas españolas contribuyen a la misión desde 2006, con el grueso del contingente cerca de la localidad de Marjayún, donde se localiza el Cuartel General del sector Este. Además, contribuye con militares al Cuartel General de la misión, localizado en Naqoura. El contingente español —que llegó a contar con un máximo de 1.100 militares— se mantiene desde 2012 entre 600 y 700 efectivos, y actualmente es la misión nacional de mayor entidad después de EUTM Mali.
Situación en Líbano
La incertidumbre política se mantiene muy alta, y continúa el estancamiento del gobierno. Aunque se han reanudado las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las reuniones para el desarrollo de un plan de recuperación económica, es probable que el frágil panorama político —dominado por los intereses contrapuestos de las élites sectarias— siga obstaculizando la recepción de ayuda financiera externa, la reforma económica, la gestión de la pandemia y la provisión de bienes y servicios públicos básicos, actualmente colapsados. Además, la aguda escasez de combustible ha provocado severos apagones de electricidad en el país.
Por otro lado, la crisis económica ha tenido un profundo impacto social, con el 78% de la población por debajo del umbral de la pobreza y el aumento del desempleo. Todo ello se traduce en un profundo malestar en la población libanesa y en graves disturbios sociales, así como manifestaciones violentas, que probablemente persistirán hasta las elecciones parlamentarias de 2022 (programadas para el 15 de mayo).
Líbano es parte del escenario en el que se enfrentan los dos líderes regionales, Arabia Saudí e Irán, que pugnan por la hegemonía en la región. Actualmente, Arabia Saudí, Kuwait, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos mantienen una tensa relación diplomática con Líbano; tras las críticas contra la guerra saudita en Yemen realizadas por George Kordahi antes de convertirse en ministro de Información. A pesar de la renuncia del ministro, los estados del Golfo aún no han restablecido por completo sus lazos diplomáticos y comerciales con el Líbano, lo que empeora sus graves problemas económicos. Por otro lado, y para aliviar la carestía de suministros, está previsto que Egipto y Jordania proporcionen gas y electricidad al Líbano; mientras continúan las negociaciones entre Líbano e Israel —con la mediación de EEUU— para alcanzar un acuerdo respecto a sus fronteras marítimas.
La situación de seguridad en el Líbano es volátil y puede deteriorarse rápidamente. Además, existen evidencias de la presencia de grupos yihadistas en la capital Trípoli, así como en los campos de refugiados palestinos y en áreas cercanas a la frontera siria; y preocupa que estos grupos aprovechen los disturbios sociales para infiltrarse en las protestas antigubernamentales, alentar los disturbios y lanzar ataques o atentados contra objetivos estatales.
11 de marzo 2022
El 28 de febrero, el general español Aroldo Lázaro Sáenz asumió el mando como comandante y jefe de la Misión de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés), formada por un contingente de más de 10.000 cascos azules y 800 civiles de 46 países diferentes. Esta es la segunda ocasión que España lidera esta misión internacional.
El general Lázaro cuenta con una amplia experiencia sobre el terreno y es un gran conocedor del Líbano y de la misión, donde ha estado desplegado en tres ocasiones y ha sido General Jefe del Sector Este, liderado por España. Su labor al frente de UNIFIL contribuirá a plasmar el valor añadido que España aporta a la paz y seguridad internacionales, en una zona esencial para la estabilidad regional y global.
Asimismo, su designación refleja la confianza que la ONU deposita en España y sus Fuerzas Armadas, que destacan por su compromiso con la seguridad humana, su modelo integrador, la preocupación por la eficacia y la sostenibilidad de la misión y la búsqueda por estrechar lazos a nivel local. Como subrayó la Ministra de Defensa —en el acto de toma de mando en Naquora —«esta confianza que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha depositado en el Ejército español, y por lo tanto en España, es la mejor manifestación del compromiso de España por la paz». Además, el general Lázaro asume el mando en unos momentos complejos para la estabilidad y el futuro del Líbano, y en pleno conflicto internacional tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Misión y contingente de UNIFIL
La misión de UNIFIL es el instrumento de Naciones Unidas para garantizar la paz en la línea de demarcación fronteriza entre Líbano e Israel al sur del rio Litani —Blue Line o Línea Azul—; facilitar el acceso de ayuda humanitaria a la población civil; y garantizar el regreso voluntario y seguro de las personas desplazadas. Para ello, la misión apoya a las Fuerzas Armadas libanesas en la modernización y desarrollo de sus capacidades, así como en sus cometidos al sur del río Litani.
Las Fuerzas Armadas españolas contribuyen a la misión desde 2006, con el grueso del contingente cerca de la localidad de Marjayún, donde se localiza el Cuartel General del sector Este. Además, contribuye con militares al Cuartel General de la misión, localizado en Naqoura. El contingente español —que llegó a contar con un máximo de 1.100 militares— se mantiene desde 2012 entre 600 y 700 efectivos, y actualmente es la misión nacional de mayor entidad después de EUTM Mali.
Situación en Líbano
La incertidumbre política se mantiene muy alta, y continúa el estancamiento del gobierno. Aunque se han reanudado las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las reuniones para el desarrollo de un plan de recuperación económica, es probable que el frágil panorama político —dominado por los intereses contrapuestos de las élites sectarias— siga obstaculizando la recepción de ayuda financiera externa, la reforma económica, la gestión de la pandemia y la provisión de bienes y servicios públicos básicos, actualmente colapsados. Además, la aguda escasez de combustible ha provocado severos apagones de electricidad en el país.
Por otro lado, la crisis económica ha tenido un profundo impacto social, con el 78% de la población por debajo del umbral de la pobreza y el aumento del desempleo. Todo ello se traduce en un profundo malestar en la población libanesa y en graves disturbios sociales, así como manifestaciones violentas, que probablemente persistirán hasta las elecciones parlamentarias de 2022 (programadas para el 15 de mayo).
Líbano es parte del escenario en el que se enfrentan los dos líderes regionales, Arabia Saudí e Irán, que pugnan por la hegemonía en la región. Actualmente, Arabia Saudí, Kuwait, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos mantienen una tensa relación diplomática con Líbano; tras las críticas contra la guerra saudita en Yemen realizadas por George Kordahi antes de convertirse en ministro de Información. A pesar de la renuncia del ministro, los estados del Golfo aún no han restablecido por completo sus lazos diplomáticos y comerciales con el Líbano, lo que empeora sus graves problemas económicos. Por otro lado, y para aliviar la carestía de suministros, está previsto que Egipto y Jordania proporcionen gas y electricidad al Líbano; mientras continúan las negociaciones entre Líbano e Israel —con la mediación de EEUU— para alcanzar un acuerdo respecto a sus fronteras marítimas.
La situación de seguridad en el Líbano es volátil y puede deteriorarse rápidamente. Además, existen evidencias de la presencia de grupos yihadistas en la capital Trípoli, así como en los campos de refugiados palestinos y en áreas cercanas a la frontera siria; y preocupa que estos grupos aprovechen los disturbios sociales para infiltrarse en las protestas antigubernamentales, alentar los disturbios y lanzar ataques o atentados contra objetivos estatales.