Situación en Mali. Anuncio de retirada de las Operaciones Barkhane y Takuba del país
25 de febrero 2022
En Mali, el 27 de febrero era la fecha prevista para celebrar elecciones presidenciales y legislativas, según el plan acordado tras el golpe de Estado de agosto de 2020, y poner al periodo transitorio e instaurar un gobierno civil. Según la Carta de la Transición, acordada en septiembre de 2020, este periodo debía durar 18 meses desde la investidura del presidente de la transición —en ese momento, Bah N’Daw—, un plazo aceptado por la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO).
En mayo de 2021 se produjo una segunda asonada militar, y las nuevas autoridades confirmaron inicialmente que cumplirían la duración prevista del periodo transitorio, pero la incertidumbre se mantuvo hasta que, en enero de 2022, la junta militar presentó una nueva hoja de ruta que extendía la transición política hasta 5 años y postergaba la celebración de las elecciones. Esta decisión de las autoridades malienses —duramente criticada por los partidos de la oposición— fue rechazada por la CEDEAO, que acordó sanciones contra Mali al considerar que el cronograma presentado para el proceso político no era aceptable.
Ahora, el Consejo Nacional de la Transición (CNT) ha aprobado una serie de modificaciones de la Carta de la Transición. Entre otras medidas, elimina la figura del vicepresidente, aumenta el número de representantes en el CNT y, respecto a la temporalidad, no propone una fecha clara de fin, pero anuncia que la duración del período de transición se establecerá de acuerdo con las recomendaciones de las consultas nacionales de finales de diciembre de 2021, las cuales proponían un periodo de entre 6 meses y 5 años.
Retirada de las operaciones de Francia en Mali. Reacciones
En julio de 2021, y ante la deriva política de Mali tras el golpe de Estado, el presidente Macrón anunció la reconfiguración de la operación Barkhane, mientras que preservaría los compromisos actuales de Francia en la operación Takuba, en la que participan las fuerzas especiales de varios países europeos. Sin embargo, el 18 de febrero, Francia anunció la retirada definitiva —en un plazo de entre cuatro y seis meses— de las tropas de Barkhane y Takuba de Mali, que serán reposicionadas en Níger y Burkina Faso. Ese mismo día, el ministro de Defensa maliense convocó a los embajadores de los países que participan en Takuba; y el ministro de Asuntos Exteriores, también presente en la reunión, aseguró que «todos los socios que quieran trabajar con Mali para la seguridad del territorio en el marco de la sinceridad de la asociación y de un enfoque constructivo, son bienvenidos».
Seguidamente, el gobierno de Mali publicó un comunicado en el que pide la salida inmediata de las operaciones francesas bajo la supervisión de las autoridades malienses. Entre otros argumentos, considera que la decisión unilateral de Francia de retirar a sus tropas viola los acuerdos entre ambos países. Además, defiende que los resultados obtenidos con las operaciones Serval y Barkhane no han sido satisfactorios; muy al contrario, Mali ha estado al borde de la división y la amenaza terrorista se ha extendido por todo el territorio.
En cuanto a la finalización de sus operaciones en Mali, Francia ha reiterado que la salida anticipada de sus tropas de Mali no se producirá antes del plazo anunciado, a pesar de la petición del gobierno maliense. «La reorganización del sistema se aplicará para garantizar la seguridad de la misión de Naciones Unidas y de todas las fuerzas desplegadas en Mali», refirió el presidente Macron.
Por su parte, y respecto al proceso político, la CEDEAO, no aceptará una transición de 5 años, según el mediador Goodluck Jonathan y el presidente de la CEDEAO, en su opinión personal, considera que podría acceder a un periodo adicional de 12 meses, pero todavía continúan las conversaciones y contactos. También los líderes regionales se han manifestado respecto a la salida de Francia. Así, el presidente del consejo militar de transición de Chad ha lamentado la salida de Francia de Mali, al tiempo que ha anunciado el aumento del contingente chadiano en MINUSMA. En este mismo sentido se ha expresado el presidente de Senegal, que además ha solicitado a Alemania —que expresó sus dudas sobre su permanencia en la MINUSMA y EUTM Mali— que mantenga su presencia en el país porque «el Sahel necesita su presencia».
Amenaza terrorista
En cuanto a la amenaza terrorista, Mali registra este año los mismos niveles de violencia terrorista que al finalizar 2021. Sobre el terreno, y además de los atentados contra la población y fuerzas de seguridad, se multiplican los enfrentamientos entre los dos grupos yihadistas con mayor presencia en el país: la coalición Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), afín a al-Qaeda, y el autodenominado Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS). Desde hace años, JNIM y EIGS se disputan la zona del Gourma maliense, en la región llamada de las “tres fronteras” (Mali, Níger y Burkina Faso), donde los combates violentos se ha recrudecido en estos primeros meses de 2022. En febrero, los enfrentamientos entre ambas milicias yihadistas se han incremento de forma muy notable en Tessit (región de Gao), lo que ha obligado a la población local a huir a zonas más seguras.
España: compromiso con el Sahel
Mali vive una crisis multidimensional y su estabilidad es esencial para la estabilidad del Sahel, del sur de Europa y de España. España es el primer país contribuyente a la misión EUTM Mali y lleva años comprometido con la región. En este contexto, el presidente del Gobierno defiende que «Europa y la comunidad internacional no pueden salir del Sahel, no se puede ir de Mali. Tenemos que contribuir a la estabilidad, al refuerzo de la institucionalidad en Mali, porque esa es la mejor garantía de progreso, del desarrollo y de resolver muchos de los problemas que tiene hoy en día esa región», aunque defiende que la decisión final debe ser tomada con los demás países de la UE.
Además, ha subrayado el fuerte compromiso de España con la región del Sahel y particularmente con Mali, y ha anunciado que durante la Cumbre de la OTAN de este año que tendrá lugar en junio en Madrid, quiere «abrir un debate importante para el conjunto de Europa y para la OTAN que representa la situación en el Sahel» y particularmente en Mali.
