Desde el 1 de enero de 2015, España es miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para el bienio 2015-1016, período en el que nuestro país ostenta su presidencia por segunda vez este mes de diciembre.
El Consejo de Seguridad es uno de los órganos de Naciones Unidas y tiene como objetivos el mantenimiento de la paz y la seguridad, desarrollar relaciones de amistad entre los países, cooperar en la resolución de problemas internacionales y promover el respeto a los derechos humanos, así como armonizar las acciones de las naciones.
Durante diciembre, España ejerce la presidencia del Consejo de Seguridad, y en ella dará prioridad a la prevención de armas de destrucción masiva, cooperación judicial internacional en materia de contraterrorismo y al tráfico de personas, sin desatender el seguimiento de otros asuntos relevantes como la situación de Siria o Yemen.
En materia de contraterrorismo, el día 12 se celebrará una reunión de alto nivel sobre cooperación judicial internacional que presidirá el ministro de Justicia y que tiene como objetivo asegurar la eficiencia de la cooperación judicial y fortalecer los procedimientos de asistencia legal mutual. La cooperación judicial afronta numerosos retos, y la iniciativa española constituye una oportunidad para hacer valer la importancia de acelerar y mejorar tal cooperación.
Otra de las prioridades españolas, el sistema actual de no proliferación de Naciones Unidas, será objeto de debate el día 15, que presidirá el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Este debate y la previsible resolución que en él se apruebe pondrá fin a un proceso de trabajo que se ha desarrollado durante más de un año y que espera mejorar la implantación de la resolución 1540 y afrontar las preocupaciones derivadas del terrorismo y los avances en los campos de la ciencia, la tecnología y el comercio global.
Otra de las piezas centrales de la presidencia española es la lucha contra la trata de personas en situaciones de conflicto, observable en países como Afganistán, Nigeria, Irak, Libia, Mali o Somalia y que incluye la explotación sexual, trabajos forzados o esclavitud. Desde el Consejo de seguridad se ha condenado esta práctica, que tiene una especial preeminencia entre Daesh o Boko Haram y que constituye una fuente de financiación de estos grupos.
Además, el Consejo de Seguridad mantendrá el seguimiento de la situación de Siria, tanto en el plano político como en el humanitario. En Oriente Medio, otros asuntos destacados serán los Altos del Golán y la renovación de la misión de la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (UNDOF, por sus siglas en inglés) e Irán y la implantación de la resolución 2231.
También serán temas a trabajar durante la presidencia española los tribunales internacionales, la renovación del mandado de la Misión de Naciones Unidas de Apoyo a Libia (UNSMIL, por sus siglas en inglés) o la inestabilidad de Sudan del Sur, que afecta a la seguridad y situación humanitaria.
De este modo, España mediante su presidencia, colaborará en la resolución de conflictos internacionales y la promoción de la seguridad y la paz, en cumplimiento con los objetivos que la Carta de Naciones Unidas le atribuye al Consejo de Seguridad.
