Burkina Faso: Levantamiento Militar y Destitución del Presidente Kaboré
26 de enero 2022
El 24 de enero, a última hora de la tarde, se confirmó la culminación del levantamiento militar contra el gobierno en Burkina Faso, después de una jornada marcada por la incertidumbre. En la televisión nacional, varios militares, al mando del teniente coronel Paul Henri Sandaogo Damiba, anunciaron la toma de poder por parte del Movimiento Patriótico de Salvaguardia y Restauración (MPSR) —la junta militar que ahora, liderada por Damiba, se erige como órgano de gobierno del país—, así como la destitución forzosa del presidente Roch Christian Kaboré. Además, manifestaron que habían tomado la decisión de «volver al camino correcto» y «reunir todas las fuerzas para luchar por nuestro interés territorial, nuestra recuperación y nuestra soberanía», atacada por el extremismo islamista violento.
Durante la comparecencia, también procedieron a la lectura de dos comunicados —firmados por Damiba— en los que anuncian la suspensión de la constitución, la disolución del Gobierno y de la Asamblea Nacional, el cierre de las fronteras terrestres y aéreas, así como la imposición de un toque de queda de 21h00 a 05h00. Además, subrayan que no han hecho uso de la violencia contra los detenidos —que se encuentran en un lugar seguro—; y se comprometieron a respetar sus compromisos internacionales y a proponer un cronograma para la vuelta al orden constitucional en un plazo razonable.
Tras este anuncio, y aunque se desconoce su paradero, el depuesto presidente del país presentó su dimisión al MPSR con el objetivo de salvaguardar el interés superior del país. Poco antes había llamado al diálogo con los insurrectos, a los que instaba a deponer las armas. Previamente, el partido político Movimiento del Pueblo para el Progreso, fundado por Kaboré, emitió un comunicado en el que condenaba este «golpe de fuerza militar», además de denunciar un intento de asesinato del presidente y de otro ministro.
Reacción popular
Desde que tuvieron conocimiento de la asonada militar, cientos de manifestantes se han reunido en las calles de la capital, Uagadugú, para celebrar la caída del gobierno de Kaboré. Desde hace meses, y especialmente tras el asesinato de 49 policías militares por parte de los yihadistas, aumentó la indignación pública contra el gobierno y provocó violentas manifestaciones callejeras, que siempre eran reprimidas por las fuerzas de seguridad. Ayer, más de 1.000 personas se reunieron en la capital Uagadugú para mostrar su apoyo a la nueva junta militar.
Reacción internacional
Las organizaciones regionales africanas han sido las primeras en reaccionar. Así, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y la Unión Africana, horas antes de confirmarse el golpe, habían expresado su preocupación y condenado el «intento de golpe de Estado», en una región donde se han producido ya tres golpes de Estado —Guinea, Mali y Burkina Faso— en los últimos 18 meses.
Asimismo, el alto representante de la UE instó a las fuerzas de seguridad y defensa a que liberen al presidente retenido y se mantengan fieles a su misión de proteger a la población y defender el territorio en estos «momentos de incertidumbre. Por otro lado, la UE ha anunciado una reunión para hoy, 26 de enero, con los ministros de Asuntos Exteriores del G5 Sahel, con el objetivo de abordar la situación en Mali y en Burkina Faso. También el G5 Sahel ha condenado este «intento de interrumpir el orden constitucional» y ha llamado a buscar una solución dialogada.
Por último, y tras confirmarse el derrocamiento del gobierno democrático, el secretario general de la ONU ha expresado su preocupación por el deterioro de la seguridad tras el golpe militar. Asimismo, ha reiterado el compromiso de la ONU con el mantenimiento del orden constitucional y su apoyo para tratar de encontrar soluciones a todos los desafíos a los que se enfrenta Burkina Faso.
EEUU también ha condenado los actos y exige el regreso inmediato al orden constitucional. Al tiempo, reconoce que la presión que los grupos terroristas han ejercido en la sociedad y en las fuerzas de seguridad es mayúscula, pero instan a los militares a que retrocedan en sus actos y aborden la crisis a través del diálogo.
El jefe del Movimiento Patriótico de Salvaguardia y Restauración
Paul Henri Sandaogo Damiba es un teniente coronel de las fuerzas armadas burkinesas, formado en Francia y con larga experiencia en la lucha contra el yihadismo en el norte y este del país. Ha sido miembro del Regimiento de Seguridad Presidencial (RSP). Esta unidad militar era responsable de la seguridad y protección de las instituciones republicanas y del presidente, pero fue disuelta en 2015 por su participación en un intento de golpe de Estado, en el que Damiba —supuestamente— rechazó participar. Desde el pasado diciembre, es comandante de la tercera región militar del país, que incluye la zona capitalina; y su nombramiento se produjo tras los últimos ataques terroristas y las protestas nacionales de finales de 2021.