20/02/2017
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Claves de la Conferencia de Seguridad de Munich 2017 (MSC17)
Resumen de la agenda de uno de los principales eventos internacionales en materia de seguridad, la Conferencia de Seguridad de Munich 2017, que se ha celebrado los días 17, 18 y 19 de febrero en la ciudad alemana.
Participantes en la conferencia
Como cada año, la conferencia ha congregado en Munich a más de 450 personas, entre ellas mandatarios y autoridades de varios países de todo el mundo, dirigentes de empresas internacionales y personas relevantes y de alto prestigio en el ámbito de la sociedad civil.
En el listado de participantes se encuentran Jefes de Estado y de Gobierno, tales como la canciller alemana, Ángela Merkel, la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaitė, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, o el primer ministro de Irak, Al-Abadi; en el ámbito de las organizaciones internacionales participaron autoridades como Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, la vicepresidenta de la Comisión Europea y Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, Federica Moguerini, o el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Estados Unidos tuvo una participación muy activa. El vicepresidente, Michael Pence, y el Secretario de Defensa, James Mattis, ofrecieron sendos discursos en que fueron expuestos asuntos relativos a la política exterior y de defensa de la nueva administración norteamericana.
Declaraciones del vicepresidente de los Estados Unidos, Michael Richard Pence.
Fuente: MSC / Hildenbrand
Por parte del gobierno de España, asistió a la conferencia el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso María Dastis. Otros españoles que participaron en la conferencia fueron el CEO de la European Defence Agency (EDA), Jorge Domecq, el teniente general Alfredo Ramírez, actual comandante del Eurocuerpo, y destacados nombres con amplia experiencia y prestigio internacional como Luis Solana, Ana Palacio y Miguel Angel Moratinos.
MSC17: complejidad o involución?
Su origen se remonta al año 1963, y en sus cincuenta y tres ediciones celebradas, la conferencia ha ido evolucionando hasta convertirse en uno de los más relevantes foros internacionales de seguridad.
El tema central en 2017, y título del documento Munich Security Report, que sirve como base para los debates y distintos paneles que se celebran es la falta de confianza en el actual orden liberal internacional, algo que da cuenta de un panorama ciertamente incierto y complejo, y que en cierta medida puede interpretarse como el punto de inicio de un proceso de involución del actual orden mundial.
¿Una nueva ecuación en materia de relaciones transatlánticas?
James Mattis, Secretario de Defensa de los Estados Unidos, en su discurso del día 17 de febrero, transmitió la idea central de la continuidad en la relación entre Estados Unidos y la Unión Europea en materia de seguridad, aspecto que quedó reflejado en la declaración conjunta UE-OTAN que fue firmada con ocasión de la Cumbre de Varsovia en 2016, y que se basa en el principio del mutuo refuerzo.
En su intervención, James Mattis hizo referencia al compromiso de llegar al 2% del PIB del presupuesto en defensa, un aspecto clave para la efectividad de la OTAN.
James N. Mattis. Secretario de Defensa de los Estados Unidos.
Imagen: MSC / Mueller
En el panel titulado “El futuro de occidente: ¿caída o retroceso?”, que contó con la introducción del senador de los Estados Unidos John McCain, moderado por Ian Bremmer, presidente y fundador del Grupo Eurasia, y en el que participaron como panelistas el presidente de Polonia, Andrzej Duda, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, el ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, y la ministra de asuntos exteriores de los Países Bajos, se señaló la incertidumbre en la continuidad del actual orden liberal de occidente como una de las claves del panorama global en 2017.
El segundo panel, más enfocado hacia la OTAN, y que fue moderado por el almirante Stavridis, contó con la participación de los ministros de Defensa de Reino Unido, Michael Fallon, de Francia, Jean-Yves Le Drian, de los Países Bajos, Jeanine Hennis-Plasschaert, de Canadá, Harjit Singh Sajjan, y de Turquía, Fikri Isik.
Los diferentes panelistas transmitieron mensajes de inclusividad, que apuestan por la importancia de la fuerte y cercana relación entre la Unión Europea y los Estados Unidos, y de la OTAN como organización clave, frente a las voces que llaman al distanciamiento de las relaciones y la obsolescencia y falta de propósito de la OTAN como organización que hace frente de forma efectiva a los retos de la seguridad internacional.
Por su parte, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, en su discurso del día 18, fue firme en su defensa de un vínculo transatlántico fuerte a través de una Alianza Atlántica cohesionada, en la que “el debate es parte de nuestro ADN”, en palabras de su Secretario General. Finalizó su discurso con una pregunta abierta: “¿podemos coincidir con la ambición, los ideales y los logros de quienes diseñaron nuestras instituciones hace tantos años? La generación de la posguerra fue a su desafío. Ahora debemos subir a la nuestra”.
En relación al debate relativo sobre la inversión en defensa, y en particular, del objetivo del 2% del PIB de los países europeos a la OTAN, la Alta Representante identificó, como punto de preocupación alternativo al indicador presupuestario, la baja contribución, cifrada en términos del 15%, en términos de efectividad y de resultados finales. Frente a esta situación, se pretende impulsar la defensa europea, tal y como establece la Estrategia Global de Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, a través de una aproximación integral.
Debate sobre el futuro de la Unión Europea
La Alta representante para la política exterior y de seguridad de la Unión Europea, Federica Moguerini, en su discurso del día 18 de febrero, destacó la fortaleza de la Unión Europea, mayor de la que los propios europeos pensamos. La economía europea, la diplomacia y la consideración de la Unión como un proveedor de seguridad en el mundo son tres valiosos activos con los que hacer frente a la situación de confusión sobre la distribución de poder en el actual orden mundial, la dificultad de predecir el futuro y la exposición a los riesgos y amenazas.
Los desafíos relativos al crecimiento económico, los flujos migratorios, el auge de los populismos, las relaciones con la nueva administración de los Estados Unidos y los asuntos de seguridad colectiva en el arco este-sur de la Unión, guiaron el panel moderado por Philip Stephens, editor asociado de Financial Times, y en el que participaron Dalia Grybauskaitė, presidenta de Lituania, Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, Witold Waszczykowski, ministro de exteriores de Polonia, y Wolfgang Schäuble, ministro de economía de Alemania.
Los panelistas presentaron 2017 como un año complejo para la Unión Europea, en el que la incertidumbre política, que tuvo su máximo exponente en 2016 con los resultados del referéndum sobre la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea, puede proyectarse hacia las dimensiones económica, social y de seguridad. Los próximos meses, con las elecciones generales que se producirán en Francia, Holanda y Alemania, resultarán claves.
El mensaje de fondo, y principal conclusión alcanzada en el panel sobre el futuro de la Unión es mantener la confianza de los ciudadanos en una Unión Europea fuerte y abierta al escenario global, frente al proteccionismo y los nacionalismos.
Frans Timmermans, primer vicepresidente de la Comisión Europea.
Imagen: MSC / Kuhlmann
Visiones diferentes sobre temas de seguridad: Estados Unidos, Europa y Rusia.
El mensaje conciliador que enviaron los representantes del gobierno de los Estados Unidos en lo relativo a la unidad y compromiso con la OTAN no esconden sus silencios intencionados sobre la Unión Europea, y su reclamación a los países europeos de aumento de sus contribución presupuestaria a la Alianza hasta alcanzar el objetivo del 2% del PIB.
La canciller alemana, Ángela Mekel, reconoció la importancia de la OTAN para Europa y la necesidad de aumentar el gasto y la inversión para mejorar las capacidades en defensa, pero desde una óptica diferente. En este sentido, una aproximación integral debe contemplar otros capítulos a impulsar además del gasto militar, como por ejemplo la cooperación y ayuda al desarrollo y la protección de los derechos humanos.
En lo referente al orden mundial, la máxima dirigente de Alemania defendió una aproximación basada en el multilateralismo, frente a nacionalismos y posiciones individuales.
Ángela Merkel también hizo una defensa de la libertad de expresión y de prensa, frente a posibles injerencias por parte de estancias oficiales a los medios de comunicación; de la importancia de diferenciar entre el islam y el terrorismo frente a posiciones que imponen barreras, como el veto migratorio de los Estados Unidos a siete países concretos; y de la lucha contra el cambio climático como una de las principales líneas de colaboración internacional.
Angela Merkel, canciller de la República Federal de Alemania
Imagen: MSC / Hildenbrand
Por su parte, el ministro de asuntos exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, expuso un enfoque colaborador y pragmático con los Estados Unidos y con la Unión Europea, pero no a través de la OTAN, organización cuya expansión ha conducido a un nivel sin precedentes de tensión desde los últimos treinta años.
En este sentido, resulta pertinente señalar la intervención de Konstantin Kosachev el día anterior, donde el parlamentario Ruso hizo referencia a la OSCE y al Consejo de Europa como organizaciones internacionales sobre las que abordar los asuntos de seguridad europeos, y en las que Rusia se siente más partícipe, y no a través de la OTAN, organización que divide a los países europeos en vez de unirlos.
En relación a las acusaciones de acciones de ciberespionaje y ciberseguridad contra Rusia y Alemania, Sergey Lavrov se refirió a una inexplicable obsesión acusadora contra Rusia, sobre la que no hay ninguna prueba.
El ministro ruso, en relación al conflicto en Ucrania mostró asimismo diferencias con respecto a la posición de la Unión Europea, y declaró que Rusia no levantará las sanciones hasta la implementación de los acuerdos de Minsk. No obstante lo anterior, cabe destacar como uno de los logros concretos de la referencia al acuerdo de tregua alcanzado por el llamado grupo de contacto (formado por los ministros de exteriores de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania) en Ucrania, que da comienzo el 20 de febrero de 2017.
“Otros” temas: sanidad y cambio climático
El 18 de febrero, Bill Gates ofreció la introducción al panel titulado “seguridad sanitaria: pequeños bichos, grandes bombas”.
En su intervención, el fundador de Microsoft advirtió sobre el desafío que supone la ingeniería genética para la seguridad internacional, habida cuenta de la posibilidad de uso como arma terrorista con efectos devastadores. Bill Gates añadió que resulta difícil imaginarse una catástrofe de estas características, pero la probabilidad de que ocurra en los próximos diez-quince años no se puede desestimar. En biotecnología, la mayor parte de lo necesario para la protección ante una pandemia generada de forma “natural” puede ser asimismo empleado para preparar para un ataque biológico intencionado.
Bill Gates
Imagen: MSC / Hildenbrand
En lo referente al cambio climático, factor que nuestra Estrategia de Seguridad Nacional considera como un multiplicador de los riesgos y amenazas, el Secretario General de Naciones Unidos, Antonio Guterres señaló este elemento como una de las mayores tendencias globales, que cada vez está más relacionada con los movimientos migratorios, la competencia por el acceso a los recursos, y en definitiva, como una causa de generación de conflictos.
A este respecto, el Acuerdo de París contra el cambio climático, que entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, ha de ser visto como uno de los mayores logros a nivel mundial.
El complejo escenario de Oriente Medio
El último día de la conferencia estuvo dedicado, en gran medida, a ofrecer diferentes visiones sobre la complicada situación en Oriente Medio. En particular, las afirmaciones, por parte del ministro de asuntos exteriores de Arabia Saudí, Adel Al-Jubeir, hacia Irán como el mayor país sponsor mundial del terrorismo, así como las palabras del ministro de defensa de Israel, Avigdor Lieberman, en las que identifica a Irán como el mayor desafío para Oriente Medio, fueron replicadas por el ministro de asuntos exteriores de Irán, Mohammad Zarif, que negó el uso de armas químicas por parte de sus Fuerzas Armadas.
Uno de los temas de mayor actualidad internacional, Siria, fue tratado el día 19 de febrero, en el panel introducido por Staffan de Mistura, enviado especial de Naciones Unidas para Siria, jornada en la que el análisis de la situación en Oriente Medio acaparó gran parte de las intervenciones.
De Mistura lanzó un mensaje de voluntad de avance en la resolución del conflicto, coincidiendo con las reuniones que se celebrarán esta semana en Ginebra y en la que participarán tanto el actual gobierno de Siria como representantes de la oposición, con el mensaje de fondo de que cualquier solución política al conflicto ha de ser inclusiva, y donde la postura de los Estados Unidos resulta clave.
Asimismo, por su interés, cabe destacar la intervención del primer ministro de Irak, Al-Abadi, en cuya intervención se refirió a la situación actual en su país como un momento en que se está a punto de poner fin a la presencia de Daesh, aspecto para lo que resulta necesaria una amplia cooperación de seguridad internacional.
Resumen de la agenda de uno de los principales eventos internacionales en materia de seguridad, la Conferencia de Seguridad de Munich 2017, que se ha celebrado los días 17, 18 y 19 de febrero en la ciudad alemana.
Participantes en la conferencia
Como cada año, la conferencia ha congregado en Munich a más de 450 personas, entre ellas mandatarios y autoridades de varios países de todo el mundo, dirigentes de empresas internacionales y personas relevantes y de alto prestigio en el ámbito de la sociedad civil.
En el listado de participantes se encuentran Jefes de Estado y de Gobierno, tales como la canciller alemana, Ángela Merkel, la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaitė, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, o el primer ministro de Irak, Al-Abadi; en el ámbito de las organizaciones internacionales participaron autoridades como Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, la vicepresidenta de la Comisión Europea y Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, Federica Moguerini, o el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Estados Unidos tuvo una participación muy activa. El vicepresidente, Michael Pence, y el Secretario de Defensa, James Mattis, ofrecieron sendos discursos en que fueron expuestos asuntos relativos a la política exterior y de defensa de la nueva administración norteamericana.
Declaraciones del vicepresidente de los Estados Unidos, Michael Richard Pence.
Fuente: MSC / Hildenbrand
Por parte del gobierno de España, asistió a la conferencia el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso María Dastis. Otros españoles que participaron en la conferencia fueron el CEO de la European Defence Agency (EDA), Jorge Domecq, el teniente general Alfredo Ramírez, actual comandante del Eurocuerpo, y destacados nombres con amplia experiencia y prestigio internacional como Luis Solana, Ana Palacio y Miguel Angel Moratinos.
MSC17: complejidad o involución?
Su origen se remonta al año 1963, y en sus cincuenta y tres ediciones celebradas, la conferencia ha ido evolucionando hasta convertirse en uno de los más relevantes foros internacionales de seguridad.
El tema central en 2017, y título del documento Munich Security Report, que sirve como base para los debates y distintos paneles que se celebran es la falta de confianza en el actual orden liberal internacional, algo que da cuenta de un panorama ciertamente incierto y complejo, y que en cierta medida puede interpretarse como el punto de inicio de un proceso de involución del actual orden mundial.
¿Una nueva ecuación en materia de relaciones transatlánticas?
James Mattis, Secretario de Defensa de los Estados Unidos, en su discurso del día 17 de febrero, transmitió la idea central de la continuidad en la relación entre Estados Unidos y la Unión Europea en materia de seguridad, aspecto que quedó reflejado en la declaración conjunta UE-OTAN que fue firmada con ocasión de la Cumbre de Varsovia en 2016, y que se basa en el principio del mutuo refuerzo.
En su intervención, James Mattis hizo referencia al compromiso de llegar al 2% del PIB del presupuesto en defensa, un aspecto clave para la efectividad de la OTAN.
James N. Mattis. Secretario de Defensa de los Estados Unidos.
Imagen: MSC / Mueller
En el panel titulado “El futuro de occidente: ¿caída o retroceso?”, que contó con la introducción del senador de los Estados Unidos John McCain, moderado por Ian Bremmer, presidente y fundador del Grupo Eurasia, y en el que participaron como panelistas el presidente de Polonia, Andrzej Duda, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, el ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, y la ministra de asuntos exteriores de los Países Bajos, se señaló la incertidumbre en la continuidad del actual orden liberal de occidente como una de las claves del panorama global en 2017.
El segundo panel, más enfocado hacia la OTAN, y que fue moderado por el almirante Stavridis, contó con la participación de los ministros de Defensa de Reino Unido, Michael Fallon, de Francia, Jean-Yves Le Drian, de los Países Bajos, Jeanine Hennis-Plasschaert, de Canadá, Harjit Singh Sajjan, y de Turquía, Fikri Isik.
Los diferentes panelistas transmitieron mensajes de inclusividad, que apuestan por la importancia de la fuerte y cercana relación entre la Unión Europea y los Estados Unidos, y de la OTAN como organización clave, frente a las voces que llaman al distanciamiento de las relaciones y la obsolescencia y falta de propósito de la OTAN como organización que hace frente de forma efectiva a los retos de la seguridad internacional.
Por su parte, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, en su discurso del día 18, fue firme en su defensa de un vínculo transatlántico fuerte a través de una Alianza Atlántica cohesionada, en la que “el debate es parte de nuestro ADN”, en palabras de su Secretario General. Finalizó su discurso con una pregunta abierta: “¿podemos coincidir con la ambición, los ideales y los logros de quienes diseñaron nuestras instituciones hace tantos años? La generación de la posguerra fue a su desafío. Ahora debemos subir a la nuestra”.
En relación al debate relativo sobre la inversión en defensa, y en particular, del objetivo del 2% del PIB de los países europeos a la OTAN, la Alta Representante identificó, como punto de preocupación alternativo al indicador presupuestario, la baja contribución, cifrada en términos del 15%, en términos de efectividad y de resultados finales. Frente a esta situación, se pretende impulsar la defensa europea, tal y como establece la Estrategia Global de Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, a través de una aproximación integral.
Debate sobre el futuro de la Unión Europea
La Alta representante para la política exterior y de seguridad de la Unión Europea, Federica Moguerini, en su discurso del día 18 de febrero, destacó la fortaleza de la Unión Europea, mayor de la que los propios europeos pensamos. La economía europea, la diplomacia y la consideración de la Unión como un proveedor de seguridad en el mundo son tres valiosos activos con los que hacer frente a la situación de confusión sobre la distribución de poder en el actual orden mundial, la dificultad de predecir el futuro y la exposición a los riesgos y amenazas.
Los desafíos relativos al crecimiento económico, los flujos migratorios, el auge de los populismos, las relaciones con la nueva administración de los Estados Unidos y los asuntos de seguridad colectiva en el arco este-sur de la Unión, guiaron el panel moderado por Philip Stephens, editor asociado de Financial Times, y en el que participaron Dalia Grybauskaitė, presidenta de Lituania, Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, Witold Waszczykowski, ministro de exteriores de Polonia, y Wolfgang Schäuble, ministro de economía de Alemania.
Los panelistas presentaron 2017 como un año complejo para la Unión Europea, en el que la incertidumbre política, que tuvo su máximo exponente en 2016 con los resultados del referéndum sobre la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea, puede proyectarse hacia las dimensiones económica, social y de seguridad. Los próximos meses, con las elecciones generales que se producirán en Francia, Holanda y Alemania, resultarán claves.
El mensaje de fondo, y principal conclusión alcanzada en el panel sobre el futuro de la Unión es mantener la confianza de los ciudadanos en una Unión Europea fuerte y abierta al escenario global, frente al proteccionismo y los nacionalismos.
Frans Timmermans, primer vicepresidente de la Comisión Europea.
Imagen: MSC / Kuhlmann
Visiones diferentes sobre temas de seguridad: Estados Unidos, Europa y Rusia.
El mensaje conciliador que enviaron los representantes del gobierno de los Estados Unidos en lo relativo a la unidad y compromiso con la OTAN no esconden sus silencios intencionados sobre la Unión Europea, y su reclamación a los países europeos de aumento de sus contribución presupuestaria a la Alianza hasta alcanzar el objetivo del 2% del PIB.
La canciller alemana, Ángela Mekel, reconoció la importancia de la OTAN para Europa y la necesidad de aumentar el gasto y la inversión para mejorar las capacidades en defensa, pero desde una óptica diferente. En este sentido, una aproximación integral debe contemplar otros capítulos a impulsar además del gasto militar, como por ejemplo la cooperación y ayuda al desarrollo y la protección de los derechos humanos.
En lo referente al orden mundial, la máxima dirigente de Alemania defendió una aproximación basada en el multilateralismo, frente a nacionalismos y posiciones individuales.
Ángela Merkel también hizo una defensa de la libertad de expresión y de prensa, frente a posibles injerencias por parte de estancias oficiales a los medios de comunicación; de la importancia de diferenciar entre el islam y el terrorismo frente a posiciones que imponen barreras, como el veto migratorio de los Estados Unidos a siete países concretos; y de la lucha contra el cambio climático como una de las principales líneas de colaboración internacional.
Angela Merkel, canciller de la República Federal de Alemania
Imagen: MSC / Hildenbrand
Por su parte, el ministro de asuntos exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, expuso un enfoque colaborador y pragmático con los Estados Unidos y con la Unión Europea, pero no a través de la OTAN, organización cuya expansión ha conducido a un nivel sin precedentes de tensión desde los últimos treinta años.
En este sentido, resulta pertinente señalar la intervención de Konstantin Kosachev el día anterior, donde el parlamentario Ruso hizo referencia a la OSCE y al Consejo de Europa como organizaciones internacionales sobre las que abordar los asuntos de seguridad europeos, y en las que Rusia se siente más partícipe, y no a través de la OTAN, organización que divide a los países europeos en vez de unirlos.
En relación a las acusaciones de acciones de ciberespionaje y ciberseguridad contra Rusia y Alemania, Sergey Lavrov se refirió a una inexplicable obsesión acusadora contra Rusia, sobre la que no hay ninguna prueba.
El ministro ruso, en relación al conflicto en Ucrania mostró asimismo diferencias con respecto a la posición de la Unión Europea, y declaró que Rusia no levantará las sanciones hasta la implementación de los acuerdos de Minsk. No obstante lo anterior, cabe destacar como uno de los logros concretos de la referencia al acuerdo de tregua alcanzado por el llamado grupo de contacto (formado por los ministros de exteriores de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania) en Ucrania, que da comienzo el 20 de febrero de 2017.
“Otros” temas: sanidad y cambio climático
El 18 de febrero, Bill Gates ofreció la introducción al panel titulado “seguridad sanitaria: pequeños bichos, grandes bombas”.
En su intervención, el fundador de Microsoft advirtió sobre el desafío que supone la ingeniería genética para la seguridad internacional, habida cuenta de la posibilidad de uso como arma terrorista con efectos devastadores. Bill Gates añadió que resulta difícil imaginarse una catástrofe de estas características, pero la probabilidad de que ocurra en los próximos diez-quince años no se puede desestimar. En biotecnología, la mayor parte de lo necesario para la protección ante una pandemia generada de forma “natural” puede ser asimismo empleado para preparar para un ataque biológico intencionado.
Bill Gates
Imagen: MSC / Hildenbrand
En lo referente al cambio climático, factor que nuestra Estrategia de Seguridad Nacional considera como un multiplicador de los riesgos y amenazas, el Secretario General de Naciones Unidos, Antonio Guterres señaló este elemento como una de las mayores tendencias globales, que cada vez está más relacionada con los movimientos migratorios, la competencia por el acceso a los recursos, y en definitiva, como una causa de generación de conflictos.
A este respecto, el Acuerdo de París contra el cambio climático, que entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, ha de ser visto como uno de los mayores logros a nivel mundial.
El complejo escenario de Oriente Medio
El último día de la conferencia estuvo dedicado, en gran medida, a ofrecer diferentes visiones sobre la complicada situación en Oriente Medio. En particular, las afirmaciones, por parte del ministro de asuntos exteriores de Arabia Saudí, Adel Al-Jubeir, hacia Irán como el mayor país sponsor mundial del terrorismo, así como las palabras del ministro de defensa de Israel, Avigdor Lieberman, en las que identifica a Irán como el mayor desafío para Oriente Medio, fueron replicadas por el ministro de asuntos exteriores de Irán, Mohammad Zarif, que negó el uso de armas químicas por parte de sus Fuerzas Armadas.
Uno de los temas de mayor actualidad internacional, Siria, fue tratado el día 19 de febrero, en el panel introducido por Staffan de Mistura, enviado especial de Naciones Unidas para Siria, jornada en la que el análisis de la situación en Oriente Medio acaparó gran parte de las intervenciones.
De Mistura lanzó un mensaje de voluntad de avance en la resolución del conflicto, coincidiendo con las reuniones que se celebrarán esta semana en Ginebra y en la que participarán tanto el actual gobierno de Siria como representantes de la oposición, con el mensaje de fondo de que cualquier solución política al conflicto ha de ser inclusiva, y donde la postura de los Estados Unidos resulta clave.
Asimismo, por su interés, cabe destacar la intervención del primer ministro de Irak, Al-Abadi, en cuya intervención se refirió a la situación actual en su país como un momento en que se está a punto de poner fin a la presencia de Daesh, aspecto para lo que resulta necesaria una amplia cooperación de seguridad internacional.