Durante el paso mes de julio de 2016, el gobierno alemán publicó el Libro Blanco de Política de Seguridad del país. Este documento define como se entiende el concepto de seguridad en Alemania y se centra en hacer frente a las actuales amenazas a la vez que fomenta la preservación de la identidad propia. Para ello establece como principales principios orientadores la protección de los derechos humanos, de los valores democráticos y del orden legal.
Para incrementar las medidas de seguridad necesarias que permitan hacer frente tanto a las amenazas tradicionales como a las emergentes, caracterizadas ambas por la rapidez con la que evolucionan en un mundo cada vez más complejo; el documento establece directrices para fomentar la colaboración de todas las Autoridades Públicas con otros actores sociales, así como con la Unión Europea y la Alianza Atlántica. También hace hincapié en el necesario reforzamiento de la colaboración interministerial para hacer frente a amenazas cada vez de carácter más transversal y ordena a cada ministerio a desarrollar una estrategia derivada de este documento.
En línea con la publicación del Libro Blanco de Política de Seguridad, el gobierno alemán hizo público el día 24 de agosto el nuevo Plan Nacional de Emergencias. Este documento, cuya elaboración se inició en el año 2012, establece las directrices para hacer frente a situaciones de emergencias y catástrofes provocadas por diferentes amenazas entre las que se encuentran las acciones terroristas, los ciberataques o las acciones con armas químicas. Además establece las directrices para mejorar el sistema de alerta y fortalecer la resiliencia nacional a través de la colaboración ciudadana.
Alemania proporciona una gran importancia a la gestión de situaciones de crisis a nivel político estratégico. Con carácter bi-anual desarrolla desde el año 2004 un ejercicio de gestión de crisis que involucra a diferentes ministerios del gobierno federal y entidades administrativas de los diferentes estados. Estos ejercicios, denominados LÜKEX, están orientados a la gestión de situaciones de crisis, en el nivel político-estratégico, provocadas por una amplia variedad de amenazas. En su ejecución, además del gobierno federal y estatal, participa la sociedad civil, organismos privados y el sector académico.
El carácter dinámico de las nuevas amenazas así como la pervivencia de las tradicionales; la transversalidad de sus efectos, el carácter transfronterizo y la interdependencia entre Estados, así como lo imprevisible de su surgimiento hace cada vez más necesario afrontar este nuevo paradigma con un esquema de actuación que aúne el esfuerzo de todos los actores de la Administración, de la sociedad civil y del sector privado.